Por: Baltazar Caravedo
Miembro del Directorio Caravedo, Tejada, Cuba (CTC) Consultores
Para diversos investigadores, el interés por el estudio del líder es una preocupación anglosajona y está relacionada a la democratización de la civilización occidental o al sistema moderno. El pensamiento occidental sobre líderes ha sido más influido por la filosofía griega. Sócrates sostenía que para ser líder se requiere competencia profesional o técnica; que en tiempos de crisis se incrementa el deseo y la necesidad de líderes.
Para Platón, en la democracia es más difícil promover una decisión por consenso y por lo mismo el ser líder debe recaer en los que poseen conocimiento y habilidades. Según Aristóteles, de la elite gobernante debe escogerse al que tenga más experiencia y conocimiento, que entienda el por qué y el cómo de las cosas, y posea una sabiduría práctica.
En la edad media, Maquiavelo planteó una mirada suspicaz y pesimista. Sostuvo que los seres humanos son básicamente débiles, falibles, y no merecedores de confianza; que los otros deben ser tratados como objetos impersonales y manipularse cuando uno desee obtener sus fines. Para éste autor era ineficaz actuar moralmente en un mundo amoral.
Bolden et al[1] hacen una distinción entre el pensamiento occidental y el pensamiento oriental en lo referente a la comprensión del líder. Esquemáticamente, el pensamiento occidental es una combinación entre la postura de los griegos y Maquiavelo, pues, considera al ser humano egoísta, débil y no confiable; al líder como el que tiene conocimiento y habilidades; y, el propósito del líder, manipular.
El pensamiento oriental contiene una mirada opuesta ya que considera al ser humano solidario, colaborador, digno de confianza; al líder, discreto y cohesionador; y, cuyo propósito es cumplir con el objetivo.
Desde la perspectiva del pensamiento occidental, el líder es el que conduce, el que dirige, el que sobresale, el que manda, el que es jefe. Desde la visión oriental el líder es parte de un sistema en el que, finalmente, se diluye. Una cita de Lao Tsu sintetiza este pensamiento: “Un líder es mejor cuando la gente raramente conoce de su existencia. No es tan bueno cuando la gente lo obedece y aclama; peor cuando lo desprecia. Pero de un buen líder, que habla poco, cuando su trabajo ha terminado, su objetivo cumplido, la gente dirá: lo hicimos nosotros.”(Lao Tsu)[2]
[1] Bolden , Hawkins, Goslng y Taylor (2011) Exploring Leadership , Oxford, University Press, 2011
[2] Bolden et al op. cit