Por Stakeholders

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El Ministerio de Energía y Minas (MEM) indicó que además de los minerales ya conocidos, como el oro, la plata, el cobre y el zinc, el Perú es también una zona potencial de tierras raras, que tienen hoy una gran demanda en el mundo por ser empleadas en la industria aeronáutica así como en la fabricación de reactores nucleares, televisores, equipos de rayos X, dispositivos como la memoria USB, entre otros equipos y artefactos.

Según explicó el doctor Humberto Chirif, geólogo del Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (INGEMMET), Organismo Público Descentralizado (OPD) del MEM, las tierras raras se componen de una mezcla de óxidos e hidróxidos, cuya denominación responde al antiguo nombre que se daba a los óxidos (“tierras”) y al hecho de su difícil separación (“raras”).

Chirif señaló que se trata de un grupo de elementos químicos con propiedades similares a los metales de transición como Escandio e Itrio, y que se clasifican en tierras raras ligeras, medianas y pesadas.

“Hoy las tierras raras se han vuelto vitales para las telecomunicaciones, las energías renovables y los vehículos híbridos”, aseguró el funcionario al indicar que en el Perú las principales rocas relacionadas con estos elementos comprenden los intrusivos que se extienden a lo largo de batolitos y stocks de tendencia alcalina a peralcalina.

Entre estos figura el Batolito de San Nicolás de edad paleozoica, que está ubicado en la cordillera de la costa. En tanto en la Cordillera Occidental se tiene el Macizo de Querobamba del Paleozoico y algunas facies de los intrusivos de la Cordillera Blanca del Mioceno, para luego referirse con amplitud al potencial de tierras raras existente en la Cordillera Oriental y que se encuentra en los intrusivos del Paleozoico y Permotriásico, como es el caso de los batolitos de Aricoma, Limbani y Coasa y el Granito de San Gabán en Puno.

“La zona potencial para exploración de tierras raras está dada por la naturaleza geoquímica de la Cordillera Oriental, donde ya se han reconocido importantes anomalías de uranio que, por su naturaleza geoquímica se encuentran relacionadas muy de cerca a las tierras raras”, manifestó.

Añadió que en el centro y norte del Perú el potencial se encuentra en los intrusivos de la Adamelita de Pacococha, Batolito de San Ramón y Batolito de Pataz.

Por todo ello es de esperar que el estudio de las tierras raras despierte pronto el interés de jóvenes profesionales vinculados a la geología, ingeniería química, ingeniería minera, ingeniería industrial, economía, administración de empresas.







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