Alexandra Ames
Directora Ejecutiva de Poleas Lab
Constantemente suelo mencionar que la promoción de la transformación digital dentro del Estado debe hacerse a la par del acceso a la conectividad de todos los ciudadanos por igual. Es decir, se debe promover la alfabetización digital para que todos los ciudadanos se puedan beneficiar de los servicios que brinda el Estado. De lo contrario, si nos enfocamos a digitalizar para usuarios que ya están alfabetizados en temas digitales y nos enfocamos sólo en zonas de acceso a internet, podemos abrir aún más una brecha entre el mundo urbano y el mundo rural generando inequidades sociales preocupantes.
Sin embargo, la tecnología puede ser una gran herramienta que nos ayude a conectar precisamente con las zonas más alejadas o inaccesibles del país como es la Amazonía, por ejemplo.
La Plataformas Itinerantes de Acción Social o PIAS, por sus siglas, son una gran muestra de lo que la tecnología puede hacer por los ciudadanos más vulnerables del país. Las PIAS son embarcaciones del Estado que llevan diversos servicios como programas sociales, atención médica, RENIEC y cajero del Banco de la Nación. Estas embarcaciones van de comunidad en comunidad por los ríos de Loreto, llegando a ciudadanos que, de otra manera, tendrían que navegar río abajo por más de un día para acceder a los servicios del Estado. Uno de los aspectos más interesantes de estas embarcaciones es que goza con una conectividad que permite la implementación de telemedicina, lo que hace que un médico desde su consultorio en el Hospital Naval de Lima pueda orientar y diagnosticar a los pacientes. De esta manera, el acceso a médicos de calidad en comunidades con escasa población es posible.
Además, la tecnología permite abaratar costos logísticos del Estado y acercar a las personas más alejadas de las zonas urbanas. Hoy en día, también en la Amazonía, ya se están haciendo pruebas para que se puedan trasladar medicamentos de urgencia de uno a otro centro de salud a través de drones. El sistema permite que la medicina pueda llegar en menos de una hora de un puesto a otro. Sin los drones, el traslado de la medicina podría tomar más de seis horas por río.
El sector privado podría sumarse a financiar prototipos y proyectos piloto que busquen cerrar brechas sociales en zonas inaccesibles. Para ello sería muy interesante que las áreas de responsabilidad social de las empresas tengan un acercamiento más estrecho al CONCYTEC y al Ayni Lab, laboratorio de innovación del Ministerio de Inclusión Social.