
Diez mil 962 menores de edad fueron víctimas de agresión o maltrato sexual entre el 2009 y el 2010, según cifras del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social, de los cuales 7,292 fueron niñas y 3,670 varones. El estudio revela además, que en el 60% de los casos el autor fue un miembro de la familia, incluso el propio padre.
Según las investigaciones de la ONG Manuela Ramos, a menor edad de la víctima, la incidencia de violencia sexual es similar en niños y niñas. Sin embargo, estas últimas son más vulnerables conforme van creciendo.
La Dra. Gina Yañez, asesora de esa organización, abordó este tema en el programa televisivo Los Fiscales, señalando que este tipo de delitos provoca mucha indignación y estupor entre la población.
Cuidado con el enemigo en casa
“Los agresores en su mayoría son personas cercanas a la víctima, es decir, familiares o amigos de la familia o de su entorno. Por ese motivo debemos estar atentos y alertas, además de no ser tan confiados para prevenir cualquier tipo de agresión a nuestros hijos”, recomendó la Dra. Yolanda Llanos Bulnes, especialista legal de la ONG Acción por los Niños.
El Dr. Jaime Jiménez Hernández, médico psiquiatra, explicó que el agresor a menudo es alguien que tiene alguna autoridad con el menor, una situación de poder que ejerce de manera patológica porque causa daño y sabe que puede tener sanción penal.
Hasta cadena perpetua
La Dra. Liliana Coronado López, presidenta de la Junta de Fiscales Superior de Lima Este, recordó que la violación sexual contra menores de edad es un delito grave. La sanción es cadena perpetua si la víctima es menor de 10 años de edad, o si tiene entre 10 y menos de 18 años y existe un vínculo de autoridad; o cuando se producen lesiones graves o la muerte.
«En el caso de abuso a menores de entre 10 y 18 años de edad las penas varían de 25 a 35 años de prisión efectiva, sin ningún tipo de beneficio penitenciario», explicó la Fiscal.
Cómo reconocer a un niño violentado
El psiquiatra Jiménez Hernández explicó que el abuso sexual no está vinculado a clases sociales ni a situación económica, y recomendó prestar atención a los cambios de conducta de un menor.
“Cuando de pronto se ha vuelto tímido, está más callado, comienza a aislarse, baja su rendimiento escolar, llora con facilidad, representan signos de alarma, que podrían ser indicadores de alguna forma de violencia sexual”.
Asimismo, el especialista hizo hincapié en que no todos los niños cuentan lo que les sucedió. “Un niño violado está en estrés severo post traumático, hay que tener mucha cautela en el trato con él luego de esta situación”, explicó al momento de recomendar no revictimizar a la víctima, cuando se tenga que pasar por la denuncia, y brindar apoyo al menor y a la familia mediante terapias.
Denuncie a los violadores
«A diferencia de años anteriores, ahora al menor que haya sido víctima de agresión sexual se le realiza la “entrevista única” con cámara Gesell, y así se evita que se realicen diversos interrogatorios comprendiendo el estado emocional en el que se encuentra», explicó la Fiscal Liliana Coronado.
“El padre o tutor debe acudir a la Fiscalía o Comisaría para denunciar en forma verbal. Se levanta un acta y se dispone el reconocimiento por un médico legal, e inmediatamente se realiza la entrevista única”, detalló la Fiscal al momento de recomendar que esto debe hacerse lo más pronto posible, luego de presentarse el caso, para que el niño pueda dar la versión real de los hechos.
La violación sexual de un menor es un delito grave y debe denunciarse. Si bien lo óptimo es hacerlo a la mayor brevedad, también se puede denunciar un hecho que se haya tomado conocimiento con posterioridad, porque el tiempo no desaparece las huellas del delito.