Alexandra Ames – Directora Ejecutiva de Poleas Lab
Durante el 2018 tuve el gusto de llevar a cabo una evaluación de impacto social al programa educativo de Rimac Seguros, Yo me cuido. Dicho programa tiene como objetivo generar una cultura de prevención en niños, niñas y jóvenes escolares, a fin de convertirlos en ciudadanos responsables y conscientes de los riesgos en temas de salud y nutrición, accidentes y primeros auxilios, emergencias y desastres, y seguridad vial.
Este programa es pionero en temas de educación en prevención en el país y cuenta con múltiples herramientas dirigidas a la comunidad educativa, capacitando a profesores y profesoras a nivel nacional para promover, a través de métodos innovadores, la interiorización de hábitos preventivos en escolares, padres y madres de familia.
El tipo de evaluación que se llevó a cabo fue la evaluación de impacto social contrafactual, la cual es la más rigurosa dentro del campo de investigación científica. Este tipo de evaluación permite medir el impacto neto de los esfuerzos que puede hacer una empresa en el campo social. Para ello se tomaron como muestra tres escuelas públicas (300 alumnos) en donde se llevó a cabo el programa y tres escuelas públicas (300 alumnos) del mismo entorno o contexto y con características similares, pero donde no se llevó a cabo el programa, a fin de que estas ejerzan el rol del grupo de control.
Los resultados de dicha evaluación de impacto resultan realmente positivos para el programa, pues se muestra, con evidencia científica, que hay una gran diferencia en los aprendizajes en el grupo de escolares que formaron parte del programa y el grupo que no formó parte de este, pese a que ambos grupos presentaron una línea de base similar antes de iniciar el programa.
El programa es un caso de éxito porque trabaja de manera conjunta entre el sector público y privado, e integra los objetivos de impacto social de Rímac alineados a promover una cultura de prevención, con una de las más relevantes problemáticas del sector educativo nacional: las brechas en cuanto a comprensión y fluidez lectora. Esto significa que Rímac no solo está impactando en desarrollar una cultura de la prevención sobre diversos temas, sino que también está aportando en la mejora de la comprensión y fluidez lectora en la comunidad educativa nacional.
Gracias a esta evaluación de impacto, Rímac ya tiene cómo demostrar que su programa funciona y esta evaluación sirve como insumo de política pública para que el Estado pueda tomar decisiones basadas en la evidencia. Si esta forma de trabajar está generando impactos positivos en los aprendizajes en los escolares de manera comprobada, el Estado debería prestar atención a la metodología y herramientas de trabajo impartidas en el programa Yo Me Cuido. En los últimos seis años desde que inició la implementación del programa (2013), este ha llegado a impactar a cerca de 200 colegios de Lima, Arequipa y Trujillo, más de 48 600 escolares, 4000 docentes y 12 100 padres y madres de familia. Pero ahora que se sabe que el programa funciona, escalar para generar un impacto exponencial es el próximo desafío para Yo me cuido.
Esta evaluación es una muestra más de que las evaluaciones de impacto social son importantes en programas de responsabilidad social por dos motivos: primero porque nos permiten medir cuánto estamos impactando, y segundo porque nos permite identificar aquellos factores o acciones en los que hay que mejorar para lograr un impacto más efectivo. No se puede mejorar lo que no se mide y en este caso, el sector privado todavía tiene un vacío en la cultura de realizar evaluaciones de impacto social. Esto convierte a Rímac Seguros en una de las pocas empresas del país en realizar impacto contrafactual.