Por Stakeholders

Lectura de:

Por Isabel Guerrero
Consultora del Programa Bosques Andinos

La conservación de bosques y el turismo sostenible navegan en un plano de mutua dependencia para su desarrollo. Por un lado, el turismo es un aliado natural de la conservación de bosques por su rol en la mejora de ingresos y oportunidades laborales de pobladores locales, desincentivando la degradación y deforestación del bosque. Por otro lado, los bosques proveen servicios ecosistémicos culturales de vista paisajística y de recreación, convirtiéndolos en recursos turísticos, y sobre cuya preservación depende la satisfacción de las necesidades de los anfitriones locales, visitantes actuales y futuros, y de la industria turística, necesidades que son parte central de la definición de turismo sostenible.

El turismo sostenible debe de contribuir con el desarrollo sostenible. La organización mundial del turismo (OMT) celebró en el 2017 “el año internacional del turismo sostenible para el desarrollo”, buscando consolidar al turismo como una actividad que contribuye con el desarrollo sostenible y los diecisiete ODS. Una de las áreas clave para el desarrollo del turismo sostenible es el “uso eficiente de los recursos, protección ambiental y lucha contra el cambio climático” , situando al turismo como una industria que debe de contribuir con los ODS 13 – Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos – y 15 – Gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad -.

La conservación de bosques es parte central del ODS 15 y es una estrategia fundamental para combatir el cambio climático (ODS 13). Los bosques andinos en particular presentan características únicas de biodiversidad y provisión de servicios ecosistémicos, y de regulación hídrica y climática, así como de paisaje y recreación, características que los convierte en indicador-meta de los ODS – velar por la conservación de los ecosistemas montañosos, incluida su diversidad biológica, a fin de mejorar su capacidad de proporcionar beneficios esenciales para el desarrollo sostenible.

El Perú cuenta con aproximadamente seis millones de hectáreas de bosques andinos y nueve millones de peruanos viven en zonas andinas.  Entre el 23% y el 52% de la población andina se encuentra en situación de pobreza, y las comunidades dependen directa e indirectamente de los recursos del bosque. De este modo, la conservación (y restauración) de bosques andinos permite también contribuir con ODS asociados con la seguridad alimentaria, comunidades sostenibles, entre otros.

El desarrollo del turismo sostenible enfocado en la conservación de bosques andinos generará impactos directos de importante magnitud en los ODS 13 y 15, potenciará los ODS asociados a la conservación de bosques andinos, así como contribuirá con los ODS de desarrollo local y generación de empleo en las regiones andinas. Sin embargo, es un desafío que la población local aproveche sosteniblemente la generación de incentivos económicos provenientes del turismo, así como que se minimicen los impactos negativos ambientales (ej. degradación del bosque) y sociales (ej. Inequidad). La participación de los pobladores locales en la planificación y desarrollo de los proyectos de turismo es necesaria para enfrentar los desafíos del desarrollo del turismo en bosques andinos.

 







Continúa con tu red social preferida

Al continuar serás un suscriptor gratuito

O continúa tu correo.

Escriba su correo electrónico con el que se suscribió para acceder

Suscríbete

Ya me suscribí.