Dentro del marco del XIV Encentro Iberoamericano de la Sociedad Civil, Stakeholders conversó con Armando Casis, gerente general de la Asociación Unacem, quien expresó que dicho encuentro busca resaltar el papel activo de la sociedad civil como sustento del incremento de la conciencia pública en relación al enfoque de derechos humanos, democracia, inclusión social y crecimiento económico en armonía con nuestro planeta.
Por: Marco Minaya
mminaya@stakeholders.com.pe
¿Por qué es importante el desarrollo de este tipo de encuentros que enfatiza el rol que tiene la sociedad civil?
Estos encuentros enfatizan y ponen en valor el aporte y responsabilidad de la sociedad civil como un actor clave hacia el desarrollo de políticas inclusivas y eficaces que permitan la sostenibilidad de las comunidades. En ese sentido, se trata de un foro consolidado, que permite lograr una articulación sólida entre distintos actores de la sociedad, cada uno en su rol, para contribuir hacia un cambio genuino. Además, han permitido fortalecer una red de redes integrada por instituciones no lucrativas iberoamericanas, habiendo participado más de 3000 representantes que han reflexionado y debatido sobre las cuestiones esenciales que afectan al sector.
¿Cuáles son los puntos claves que giran en torno a este evento?
Este XIV Encuentro Iberoamericano de la Sociedad Civil abordará el rol y liderazgo de una sociedad civil transformada hacia las necesidades modernas, donde esta sea organizada y empoderada para cumplir el rol fundamental de interacción con el resto de actores de toda sociedad democrática, siendo capaz de participar activamente en la construcción del Estado y, a largo plazo, de una sociedad próspera, inclusiva y más democrática.
Lograr este liderazgo implica una reflexión y evaluación profunda de los integrantes de la sociedad para identificar las lecciones aprendidas de las experiencias desarrolladas, identificar las oportunidades y nuevos retos que implicarán los cambios actitudinales y de acción. El XIV Encuentro Iberoamericano de la Sociedad Civil facilita un espacio de reflexión y discusión para enrumbar las acciones articuladas necesarias para ejercer un real y eficiente liderazgo para alcanzar el desarrollo sostenido.
¿Por qué la Asociación Unacem apuesta por promover estos temas en la sociedad civil?
Asociación Unacem, como organización de responsabilidad social (RS), es consciente que trabajando aisladamente no se podrá alcanzar cambios duraderos ni a largo plazo. La Asociación Unacem actúa articuladamente con organizaciones sociales y otras entidades de la sociedad civil, así como con los jóvenes, representantes de las futuras generaciones.
¿Por qué el evento tiene el mensaje: “El nuevo liderazgo de la sociedad civil”? ¿A qué se refiere en concreto?
Actualmente, los países vienen enfrentando situaciones de cambios acelerados marcados por la inestabilidad política, débil gobernabilidad, corrupción sistemática y eventos climáticos extremos, entre otros. El XIV Encuentro Iberoamericano de la Sociedad Civil busca resaltar el papel activo de la sociedad civil como sustento del incremento de la conciencia pública en relación al enfoque de derechos humanos, democracia, inclusión social y crecimiento económico en armonía con nuestro planeta. Asimismo, enfatiza a la sociedad civil con visiones consensuadas con los demás sectores, y con propuestas que sirvan de complemento para políticas públicas eficientes.
En ese sentido, ¿de qué forma la Asociación Unacem busca general valor en nuestro entorno y para todos sus grupos de interés?
La Asociación Unacem mantiene una relación cordial y de diálogo permanente con sus grupos de interés. En ellos, se destacan las organizaciones sociales con las que trabajamos el acceso a información en temas ambientales, sociales y económicos, que les permita empoderarse para apoyar a las poblaciones vulnerables o satisfacer las demandas sociales y enfrentar los cambios, así como con la construcción de ciudadanía, la rendición de cuentas y la incidencia política. Esto permitirá articular acciones y fortalecer la cooperación de otros actores claves de la sociedad para la construcción de un entorno saludable.
Nos interesa la colaboración y formación de ciudadanos con pensamiento crítico, responsable y holístico, abarcando los aspectos integrales, todo lo cual contribuye a la formación de los nuevos líderes que impulsen ideas innovadoras y comprometidas para lograr una sociedad justa, democrática e inclusiva.
¿Por qué los países iberoamericanos requieren de una institucionalidad sólida que haga posible el desarrollo sostenible?
Cada día más se busca incidir en la esfera pública, la política, niveles de gobiernos y en quienes tienen poder económico para que sus opiniones e intereses sean tomados en cuenta buscando un beneficio común. Por ello, la institucionalidad y lineamientos en materia de sostenibilidad como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 son importantes para garantizar un camino correcto hacia la sostenibilidad.
Si bien existen similitudes en los países iberoamericanos respecto a la estructura, organización y actuación de la sociedad civil, también existen muchas diferencias, pues la dinámica actual en cada país se encuentra influenciada por sus propias historias en materia social, económica y ambiental. Entonces, la institucionalidad permite resaltar respuestas particulares a problemas globales o problemas comunes de Iberoamérica, generándose una gama de experiencias y conocimientos que pueden ser aprovechados por otros países para abordar sus propios problemas y nuevos retos frente al desarrollo sostenible.
En ese sentido, ¿considera que es un problema grave el hecho de que muchas empresas no tengan en claro el concepto de desarrollo sostenible? ¿Cuál es su análisis al respecto?
Consideramos que se trata de un enfoque necesario para la forma de pensar y actuar de una empresa, puesto involucra la relación directa entre su proceder y el cuidado del medioambiente. En un contexto como la Agenda 2030, la empresa, además de ser un actor previsor, es un agente que aporta al desarrollo de la sociedad, sobre todo en el espacio y/o sector en el que interviene. Toda empresa con mirada de mediano y largo plazo debe ser capaz de tener una visión integral y el desarrollo sostenible con su propuesta ayuda a entender esta dimensión.
Considerando el contexto actual en el que vivimos, ¿cómo hacerle frente a la lucha contra la corrupción desde la sociedad civil?
A lo largo del tiempo, el rol de la sociedad civil ha demostrado ser fundamental en la lucha contra la corrupción principalmente como interlocutor entre el Estado y la ciudadanía, promoviendo la práctica consistente de valores que fortalezcan el sistema democrático. En ese sentido, para enfrentar esta problemática se requiere promover respuestas integrales, donde se articulen los distintos actores sociales —el sector público, el sector privado y la sociedad civil— para fortalecer sus respectivos liderazgos, promover la ética, fomentar la transparencia, la rendición de cuentas, promover la vigilancia ciudadana y construir alianzas político sociales contra la corrupción. Aunque las causas, formas y alcances de la corrupción tienen naturaleza compleja (como el debilitamiento de conductas éticas, de las instituciones, el quebrantamiento de la ley y la sobre posición de los intereses particulares sobre los colectivos), la sociedad civil ha mostrado respuestas importantes para combatirla y erradicarla.
¿Cómo desarrollar la promoción de políticas inclusivas que mejoren la calidad de vida y la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos?
En la actualidad existen en Iberoamérica políticas con carácter inclusivo en marcha (participación ciudadana, salud, educación, etc.). Aun así, el desarrollo de una política pública y su duración en el tiempo involucra el esfuerzo de diferentes actores que tengan el respaldo y voluntad política. Uno de los grandes retos a nivel latinoamericano es la sostenibilidad de las mismas y su implementación más allá de un periodo determinado de gobierno. Desde la sociedad civil existen organizaciones que tienen capacidad de incidencia así como el recurso y herramientas para el seguimiento y monitoreo de las mismas, involucrando a diferentes actores y organizaciones de la ciudadanía. Este actor desde su posición local se convierte en un potencial aliado para promover políticas nacionales que capten a los ciudadanos, autoridades locales, universidades y empresas. Es sabido que la mejor forma de lograr resultados efectivos es que los propios beneficiarios crean en estas iniciativas, lo cual tiene mayor impacto cuando involucra a múltiples actores.
En relación a lo anterior, ¿por qué cuesta tanto cambiar la situación de nuestro país en los temas mencionados?
Como se ha mencionado, uno de los grandes problemas que enfrentan países como el Perú es el hecho de que las políticas públicas estén atadas a agendas partidarias y a un determinado periodo de gobierno. Perú es uno de los países donde sus ministros del Poder Ejecutivo son cambiados con mayor frecuencia comparados a otros países. Y aún peor, esto se agrava por crisis institucionales de corrupción que involucran a personajes de diferentes sectores de la sociedad. Tal situación genera incertidumbre, poca claridad de continuidad y la ruptura en la relación Estado-sociedad. Así, conductas que atentan contra lo legal y lo ético se han vuelto una práctica difícil de combatir. Nuevamente, la sociedad civil se convierte en un actor clave en este contexto que aporte a la gobernabilidad y genere alternativas innovadoras en la relación Estado-sociedad.
En relación al rol que tiene el sector privado, si bien existen iniciativas que generan impacto y valor a sus respectivos stakeholders, ¿qué cree usted que falte impulsar o tener en cuenta para seguir desarrollando un mayor impacto y generación de valor en la sociedad civil?
Es cada vez más común en las empresas promover la generación de valor compartido y valor social en sus negocios. Si bien su objetivo es generar utilidades para lograr sostenibilidad, ello no es suficiente en tanto la relación generada con su entorno y en general, con la sociedad. Por ello, desde el sector privado existe apoyo a iniciativas de la sociedad civil, impulsado a través de proyectos y programas concretos. Quizás el reto de mediano y largo plazo es lograr que estas iniciativas tengan una mayor articulación no solo con las organizaciones de la sociedad civil, sino también con el mismo Estado. Esta necesaria sincronía implicaría la generación de mayores impactos a través de proyectos y/o políticas y el mejor aprovechamiento de la experiencia y conocimiento desarrollado desde el sector privado.
Siguiendo esa lógica, ¿por qué cree que se discute siempre el papel que cumple el sector público y privado sin mencionar necesariamente a la sociedad civil, también conocida como el tercer sector.
En la actualidad el papel de la sociedad civil cada vez tiene un mayor protagonismo e impacto tanto en el sector público y privado. Ahora existen mayores liderazgos e iniciativas que apuntan de manera concreta a la búsqueda de una sociedad democrática e inclusiva. Es necesario trabajar en esta necesaria sincronía y participación activa de diferentes actores de la sociedad. Lo público y privado no debe verse como una fórmula cerrada o muchas veces, antagonista, por el contrario, se trata de una relación fluida y complementaria donde la sociedad civil también participa activamente. En el XIV Encuentro Iberoamericano de la Sociedad Civil este es un importante tema a tratar.
¿Cuáles son los retos y desafíos de la sociedad civil en Iberoamérica y particularmente en el Perú?
En el contexto iberoamericano, la sociedad civil puede brindar orientaciones a retos y desafíos como la predominancia de un modelo económico neoliberal que promueve una cultura individualista donde lo colectivo y el bien común queda en segundo plano; la mirada economicista que, muchas veces, encasilla a las personas como consumidores olvidando su condición esencial de ciudadanos; la masificación del uso de las redes sociales y su carácter real o ficticio de la información inmediata que altera la socialización e interacción cara a cara; los constantes cambios tecnológicos en diferentes área del conocimiento; los conflictos socioambientales, así como la distribución y escasez de recursos de la naturaleza necesarios para la subsistencia de los seres humanos; el cambio climático y, como consecuencia, los fenómenos naturales que afectan a todo el mundo, así como otros fenómenos sociales, económicos y ambientales. Todo esto viene reconfigurando el contexto en que se desarrolla la sociedad civil en Iberoamérica, lo que supone la presencia de desafíos frente al logro de los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
El Perú es también parte de este contexto y enfrenta retos socioambientales de carácter económico, así como el fortalecimiento de sus instituciones democráticas. Como se ha mencionado, hoy la corrupción es una práctica grave en el Perú que afecta todas las dimensiones de nuestra sociedad y pone en riesgo nuestro futuro como nación. Con este mal es complicado pensar en políticas de largo plazo y efectivas para asumir retos como país. Existen experiencias y trabajos de cultura de transparencia, confianza y gobernabilidad de parte de las organizaciones de la sociedad civil que pueden dar luces a esta situación actual.
¿Desea agregar alguna información adicional?
Es necesario mencionar el papel de los jóvenes como actores fundamentales en nuestras sociedades. Durante mucho tiempo su rol ha sido tomado como secundario ante los problemas y retos que afrontan las poblaciones de la región y la mayoría de las veces, su voz ha sido dejada de lado argumentando su inexperiencia para opinar o intervenir en determinados temas. Aún más allá, se les acusa de vivir desconectados de lo que llamamos realidad y su excesivo apego al mundo virtual que ofrece internet y las redes sociales. Tales juicios invisibilizan las acciones que los jóvenes realizan en muchos países y su carácter emprendedor para enfrentar con creatividad y contribuir a la solución y retos que hoy se plantean en la Agenda 2030.
Durante la reciente Cumbre de las Américas, se presentó la Declaratoria de Compromiso de los Jóvenes Americanos donde expresan su intención de participar en los procesos que lleven a la consecución de los ODS, pero principalmente, demandan acciones que les permitan ser parte de la toma de decisiones con políticas públicas orientadas a los jóvenes, el uso de tecnologías para promover la trasparencia en el Estado y combatir la corrupción, así como potenciar las alianzas público privadas para la ampliación de derechos a poblaciones vulnerables y la protección del medioambiente.
Es, pues, oportuno comprender, desde la perspectiva de los jóvenes, el rol que tienen o deberían tener dentro del liderazgo que se exige a la sociedad civil para alcanzar el desarrollo sostenible; conocer qué espacios promueve o necesita promover el Estado para insertar a los jóvenes en los procesos de gobernabilidad democrática, las acciones y experiencias de contribución a la sociedad civil y el desarrollo sostenible realizadas en estos años; y conocer sus propuestas a profundidad para fomentar la transparencia y la lucha contra la corrupción, entre otros temas relevantes relacionados a aspectos sociales, económicos y ambientales.