
Esta experiencia contó con la participación de miembros de todas las áreas de la organización y del Servicio de Parques de Lima (SERPAR), quienes en un ambiente de unión y compañerismo llevaron a cabo con éxito esta actividad.
Manuel Li, Subgerente de RRHH y Administración de Bridgestone Perú, manifestó que este distrito en particular fue escogido por su gran necesidad de áreas verdes, factor que era justamente lo que buscaba la compañía. “SERPAR nos ayudó en la búsqueda del lugar y nos dio varias opciones; fue Villa El Salvador el elegido por su tamaño, la magnitud de su necesidad y por ajustarse exactamente a lo que teníamos en mente” enfatizó.
Con respecto a las actividades futuras que piensan realizar, Li explicó que su línea de acción no necesariamente se limitará a la plantación de árboles, pues la consigna global de Bridgestone en lo que respecta a responsabilidad social es apoyar a la comunidad de manera general, agregando que también quieren colaborar con personas de bajos recursos y en estado de abandono, así como con hospitales y asilos de ancianos.
Sin embargo, entre las prioridades de su agenda se encuentra la difusión de campañas de seguridad vial. “Somos una corporación que está dentro del rubro de neumáticos y es casi un deber que trabajemos duro en este tema” puntualizó Manuel Li. “En el Perú, recién hemos empezado a hacer RSE en el 2016, pero a nivel mundial ya tenemos amplia experiencia en el tema. Por esta razón, nos hemos planteado hacer este tipo de acciones por lo menos dos veces al año. La próxima será, con toda seguridad, en diciembre por motivo de las fiestas navideñas” acotó.
Como parte de la lección que Bridgestone quiere dejarle al resto de compañías, es que estas iniciativas son solo una pequeña parte de la retribución que se les debe dar a las localidades que brindan su espacio geográfico y capital humano, factores sin los cuales las organizaciones no podrían desarrollarse óptimamente.
Toda empresa debe apoyar a la comunidad, exploten o no algún recurso natural. Se debe tomar conciencia de que, a raíz de los cambios que están aconteciendo en el mundo, los impactos no son locales, sino globales. “Es hora de que las compañías se den cuenta de que no todo es económico. Si todos pensáramos de la misma forma, el efecto de este tipo de labores sería multiplicador y podríamos llegar a solucionar problemas a un nivel macro, como por ejemplo el calentamiento global” concluyó Manuel Li.