En un mundo empresarial que busca redefinir su rol social, el voluntariado corporativo emerge no solo como un acto de bondad, sino como una inversión estratégica crucial para la sostenibilidad. Lejos de ser una actividad periférica de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), se está consolidando como un elemento central en la identidad y el impacto de las organizaciones. Los programas de voluntariado bien diseñados, enfocados en la empatía y la participación, generan gran valor para las comunidades y empresas, fortaleciendo la reputación, fomentando el compromiso de los trabajadores y cocreando soluciones sostenibles.
En este contexto, uno de los sectores donde más se está trabajando en voluntariado corporativo es la agroindustria, el cual es un pilar fundamental para el desarrollo económico y social del Perú. Y más allá de destacar las cifras de exportación, este sector tiene un impacto socioeconómico crucial, siendo una fuente significativa de empleo, especialmente en zonas rurales de La Libertad, Piura, Lambayeque, entre otros. De esta manera, la agroindustria no solo impulsa el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) y atrae divisas, sino también, genera oportunidades laborales y bienestar a nivel nacional.
Según el reciente Estudio de Percepciones sobre el voluntariado corporativo “Hortifrut Transforma”, el cual genera bienestar en Chao, La Libertad, y que representa un pilar fundamental en la estrategia de sostenibilidad de la compañía, resalta que la comunidad reconoce al voluntario de Hortfirut como embajador de marca empleadora, destacando su empatía. Al respecto, la empatía sobresale como motor de transformación y es la dimensión emocional más sólida del voluntariado. Los beneficiarios y los voluntarios exhiben los niveles más altos de empatía: 31.51 % y 30.17 %, respectivamente, frente a un 12.70 % de los no voluntarios.
Pero ¿por qué es esto significativo? La empatía es el puente que conecta a las personas. En el contexto corporativo, se traduce en una comprensión genuina de las necesidades comunitarias, una respuesta más efectiva y la construcción de relaciones de confianza. Una empresa empática es aquella que escucha, se adapta y coopera, atributos esenciales para la resiliencia y la sostenibilidad a largo plazo.
«Gracias al involucramiento y apoyo de los voluntarios TOP hemos logrado resultados exitosos en los programas sociales».

En el marco del Día Internacional de los Voluntarios destacamos el gran rol de varios sectores económicos en el país, entre ellos, la agroindustria, y de manera especial, a nuestro equipo por apoyar iniciativas sociales en la comunidad de Chao y Salaverry. Tenemos la satisfacción de que cada año se fortalece el voluntariado “Hortifrut Transforma”. Gracias al esfuerzo y energía de personas desinteresadas se ha logrado más de 1000 horas de voluntariado, tener a más de 130 voluntarios involucrados durante 2025 y que la compañía sea percibida como la principal empresa dedicada a esta labor en la comunidad.
Gracias al involucramiento y apoyo de los voluntarios TOP hemos logrado resultados exitosos en los programas sociales, lo cual nos permite avanzar y hacer más en beneficio de las comunidades. Las actividades de este programa nos enorgullecen porque están enfocadas en el bienestar de las comunidades y contribuyen con el desarrollo de miles de familias dedicadas al agro.
Estas acciones han promovido que más de 300 niños y adultos tengan alimento diario en los comedores populares de Nuevo Chao y Valle de Dios (Comedores que Transforman) y que más de 700 niños, niñas y adolescentes sean beneficiados con proyectos como Anemia Cero, Cultivando valores, Emprendimiento Escolar ¡Te Reto!, Huertos Escolares, así como iniciativas internas como nuestro programa “Impulso Hortifrut”, un Centro de Educación Básica Alternativa – CEBA, entre otros. Cabe precisar que esto no solo se trata de números, sino de vidas impactadas.
En ese sentido, el estudio de percepciones indica que Hortifrut es «percibida como la principal empresa en la comunidad«. Esta legitimidad se construye a través de la presencia constante y el compromiso visible. La «empatía por programa» muestra que las iniciativas educativas como el CEBA (100 % de alta empatía) y Anemia Cero (66.7 %) tienen un impacto emocional alto, sugiriendo que la inversión en conocimiento y bienestar es lo más valorado en la comunidad.
«Es hora de que más empresas reconozcan el voluntariado no como una obligación, sino como una oportunidad estratégica para construir resiliencia».

Esta «empatía» y «percepción» se traducen en un capital social invaluable: licencia para operar, relaciones comunitarias sólidas, y una reputación de marca que va más allá de los productos. Esto no es una coincidencia. Cuando los voluntarios entienden la estrategia detrás de sus acciones, y los beneficiarios se sienten involucrados y escuchados, el impacto es exponencialmente mayor.
El voluntariado corporativo crea un ecosistema de beneficios. Para la empresa, mejora la imagen, atrae y retiene talento, va consolidando su rol como marca empleadora y fomenta una cultura interna de orgullo y compromiso. Para los trabajadores, ofrece desarrollo personal, gratificación y sentido de pertenencia. Para las comunidades, proporciona apoyo tangible, empoderamiento y un socio en el desarrollo.
Al fortalecer el programa de voluntariado se reconoce que pequeñas acciones pueden generar un gran impacto en muchas familias. Este enfoque no es solo una buena práctica, sino un eje estratégico de impacto social (como sugieren las conclusiones del estudio). La implementación de indicadores de desempeño, la formación emocional y un cronograma anual diversificado son pasos cruciales para optimizar y expandir este modelo.
La experiencia en la agroindustria y los hallazgos del estudio demuestran irrefutablemente que el voluntariado corporativo, anclado en la empatía y la participación genuina, es una fuerza poderosa para la sostenibilidad. Es hora de que más empresas reconozcan el voluntariado no como una obligación, sino como una oportunidad estratégica para construir resiliencia, fomentar la innovación social y generar valor compartido.
Como agroindustria sostenible estamos contentos porque cada año se fortalece el Voluntariado “Hortifrut Transforma” y sus exitosos resultados se evidencian en diversas actividades. Seguiremos apoyando a los voluntarios de corazón ya que con pequeñas acciones se puede generar un gran impacto. Al invertir en el corazón de las comunidades, las empresas prospera y, además, contribuyen para un futuro más equitativo y sostenible para todos. El voluntariado no es solo dar, es cocrear un futuro donde la empatía es la moneda de cambio más valiosa y duradera.










