“En KMMP demostramos que nuestro voluntariado genera un impacto social tangible”

En un contexto donde muchas empresas comunican programas de voluntariado, ¿cómo demuestran que el impacto social generado es tangible y no solo una acción reputacional o de cumplimiento?

En KMMP demostramos que nuestro voluntariado genera un impacto social tangible porque está diseñado para responder a problemáticas reales y se gestiona con una estructura de gobernanza sólida. Todas las iniciativas se articulan desde Somos Voluntariado, red que integra sponsors de las divisiones Corporativo, Cummins y Komatsu, asegurando liderazgo, participación y coherencia con nuestra estrategia de sostenibilidad. Esta estructura opera en equipos especializados según el área de acción, las iniciativas con soporte de Fundación Cummins, y por funciones (logística, comunicaciones y métricas).

¿En qué áreas o espacios se dan los impactos de sus voluntariados?

Nuestro voluntariado genera impactos en las comunidades, centrados en cuatro áreas de acción: Justicia Social, Educación, Ambiental y Diversidad & Inclusión e Integridad, generando mejoras en capacidades y oportunidades para miles de personas. Este impacto también es posible gracias al respaldo financiero de la Fundación Cummins, que en 2024 destinó US$ 105 994 para el desarrollo de proyectos. En el último año se ejecutaron 18 202 horas de voluntariado con la participación del 44.9 % de nuestra planilla (correspondiente a 1386 voluntarios/as), demostrando que el compromiso es sistémico y sostenido.

¿De qué manera integran el voluntariado corporativo en la estrategia general de sostenibilidad y en el core del negocio?

En Komatsu-Mitsui, el voluntariado es parte integral de nuestra estrategia de sostenibilidad y de nuestra forma de hacer negocio, al ser una extensión de nuestra propuesta de valor hacia los clientes. Un ejemplo de ello es el programa TEC: Educación Técnica para las Comunidades, ejecutado en alianza estratégica con SENATI. 

TEC busca mejorar la calidad de vida de jóvenes de escasos recursos en Arequipa, brindándoles acceso a una educación técnica superior de calidad para la carrera de Mantenimiento de Maquinaria Pesada. Este programa involucra estratégicamente a accionistas, colaboradores y clientes.

¿Cómo se tangibiliza el aporte de los colaboradores en TEC? 

Para nuestros colaboradores, se han elaborado espacios para que compartan su conocimiento técnico, su experiencia operativa, a través de mentorías con el fin de fortalecer la formación de los jóvenes estudiantes participantes del programa. Asimismo, nuestros clientes, participan activamente financiando becas y pasantías, ofreciéndoles la oportunidad de acceder a un empleo formal.

“Involucramos a jefaturas en la convocatoria, legitimando el voluntariado como parte del rol laboral”.

¿Cómo garantizan que las actividades de voluntariado respondan realmente a las necesidades de las comunidades y no a intereses internos de corto plazo? ¿Qué rol cumplen los diagnósticos territoriales?

Garantizamos que nuestras actividades de voluntariado respondan a necesidades reales mediante diagnósticos territoriales alineados a nuestra estrategia de sostenibilidad y validados en alianza con organizaciones que tienen un alcance local. Esto nos permite identificar brechas con precisión y determinar si nuestras capacidades pueden aportar soluciones sostenibles.

¿Podría mencionar un caso al respecto?

Un ejemplo de ello es nuestra alianza con Water.org a través de Cummins Water Works, mediante la cual priorizamos zonas de intervención en función de estudios nacionales y análisis de vulnerabilidad hídrica; esto nos permite trabajar año a año en comunidades donde la problemática es más crítica. De forma similar, el programa TEC nace de la identificación de una brecha real de formación técnica en regiones como Arequipa y Puno. La coordinación directa con SENATI evidenció la necesidad de actualizar la currícula y de mejorar la infraestructura educativa, lo que confirmó que nuestra intervención atendería una demanda genuina del ecosistema formativo.

En el escenario peruano, ¿qué nuevas tendencias están marcando el voluntariado corporativo y cómo están adaptando a estas dinámicas?

Según el reporte Situación del Voluntariado en el Perú 2024, alrededor del 16 % de la Población en Edad de Trabajar realizó voluntariado en 2023, con un énfasis creciente en acciones vinculadas a los ODS 3 (Salud y Bienestar), 4 (Educación de Calidad) y 10 (Reducción de Desigualdades). 

En KMMP nos alineamos a estas dinámicas priorizando el ODS 4 mediante programas como TEC y Cummins Powers Women – Niñas con Oportunidades, donde nuestros colaboradores transfieren conocimiento técnico a jóvenes para fortalecer su empleabilidad y promueven la participación de niñas en carreras STEM. Asimismo, contribuimos al ODS 3 mediante campañas de donación de sangre en alianza con EsSalud, apoyando la atención de pacientes en situación crítica.

¿Cuáles son los principales retos para motivar la participación sostenida de los colaboradores y qué estrategias han demostrado ser más efectivas para consolidar una cultura de voluntariado dentro de la organización?

Motivar una participación sostenida en el voluntariado implica conectar los intereses personales de los colaboradores con las necesidades reales de las comunidades donde operamos. En Komatsu-Mitsui hemos aprendido que la clave está en construir una cultura de voluntariado que se vive desde dentro. Por ello, el equipo Somos Voluntariado está conformado por líderes de diversas áreas, quienes actúan como embajadores internos, acercando las iniciativas a sus equipos y dinamizando la comunicación, lo que permite una participación descentralizada. 

¿Es crucial involucrar también a los altos cargos para promover el voluntariado?

Involucramos a jefaturas en la convocatoria, legitimando el voluntariado como parte del rol laboral. Este enfoque se complementa con la inclusión de la participación en voluntariado dentro de los objetivos de gestión del desempeño, lo que refuerza el valor del servicio comunitario, integrándolo en la rutina empresarial.

A ello se suman iniciativas que promueven liderazgo como Navidad Solidaria, concurso que financia proyectos sociales propuestos y ejecutados por colaboradores. En 2024 se seleccionaron 13 iniciativas y en 2025 el programa creció a 19, fortaleciendo el sentido de pertenencia y cohesión.

La medición sigue siendo un punto débil en muchos programas. ¿Qué metodologías o herramientas utilizan para evaluar resultados, y cómo aseguran transparencia en los datos que reportan?

La medición del voluntariado es un reto frecuente en los programas corporativos, por lo que en Komatsu-Mitsui hemos diseñado un sistema que combina rigor metodológico y mecanismos internos de control. Para asegurar transparencia, contamos con un equipo transversal dentro de Somos Voluntariado encargado exclusivamente de consolidar, revisar y validar las métricas reportadas por los colaboradores. Esta segregación de funciones garantiza que las cifras sean consistentes y verificables antes de su publicación.

Considerando la inestabilidad social y económica del país, ¿qué cambios han tenido que implementar para mantener vigentes sus programas de voluntariado y cómo evalúan su capacidad para seguir siendo un motor de transformación en el mediano plazo?

La inestabilidad social y económica del país nos ha exigido adaptar la forma en que gestionamos el voluntariado para asegurar su continuidad y mantener su capacidad transformadora. En Komatsu-Mitsui, estos cambios han sido estratégicos y operativos, fortaleciendo las alianzas con instituciones técnicas y sociales que cuentan con presencia territorial estable. 

Por periodos, algunos proyectos han evolucionado hacia modelos más flexibles, combinando actividades presenciales con modalidades híbridas, virtuales o asincrónicas, con el fin de garantizar la participación segura de los colaboradores y la continuidad del impacto en las comunidades. Gracias a este enfoque, seguimos movilizando voluntarios a nivel nacional y generando impactos sostenibles.