
Tras la pandemia, Arequipa no ha logrado consolidar su recuperación. Entre 2022 y 2024 acumuló una caída de 0,3% en su PBI, arrastrada principalmente por la minería —sector clave para la región— que retrocedió 0,4%.
El primer semestre de 2025 mostró un crecimiento de 2,8%, pero opacado por la caída de 9,4% en la producción de cobre. Esta situación repercutió en el bienestar de la población: la pobreza subió a 15,8%, retrocediendo a niveles de hace 15 años, y la anemia infantil escaló a 32%, el nivel más alto desde 2016.
De acuerdo con el Instituto Peruano de Economía (IPE), la región tiene en cartera seis proyectos mineros valorizados en US$ 8.400 millones. Entre ellos, destaca el inicio de Tía María (US$ 1.800 millones), programado para 2027, que incrementará en 27% la producción de cobre en Arequipa.
La experiencia previa lo respalda. La ampliación de Cerro Verde, con una inversión de US$ 4.600 millones entre 2012 y 2015, permitió duplicar la producción regional desde 2016. La activación de nuevos proyectos es vista como condición necesaria para revertir la tendencia negativa de los últimos años.
Inversión productiva y diversificación
Además de la minería, Arequipa requiere impulsar infraestructura productiva que diversifique su economía. El proyecto Majes-Siguas II, que irrigaría 40.000 nuevas hectáreas, promete transformar la agricultura regional, donde apenas un quinto de los pequeños y medianos productores accede a riego tecnificado.
En turismo, sector que genera cerca de 95.000 empleos, las cifras aún están 25% por debajo de los niveles prepandemia, lo que demanda una estrategia de recuperación sostenida.
Inseguridad y minería ilegal
El potencial productivo enfrenta amenazas vinculadas a la inseguridad. Entre 2019 y 2025, Arequipa pasó del puesto 23 al 12 en tasa de homicidios a nivel nacional. El distrito de Atico (Caravelí), con fuerte presencia de minería ilegal, registra 75 homicidios por cada 100.000 habitantes, la segunda tasa más alta del país.
El desafío será, por tanto, garantizar un entorno estable para la inversión privada y controlar la conflictividad social y la minería informal, factores que podrían frenar el desarrollo regional.
Proyectos en la macrorregión sur
El dinamismo no depende solo de Arequipa. La macrorregión sur cuenta con 28 proyectos mineros en cartera y otras obras estratégicas:
- Modernización del puerto de Matarani (US$ 700 millones).
- Construcción del puerto de Marcona en Ica (US$ 405 millones).
- Aeropuerto de Chinchero en Cusco (más de US$ 600 millones).
- Masificación del gas natural (US$ 2.500 millones).
En conjunto, estas iniciativas podrían convertir al sur del país en un polo de desarrollo económico si se asegura estabilidad y confianza en las inversiones.