
El Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR), adscrito al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), lanzó la Estrategia Nacional para el Desarrollo de Plantaciones Forestales Comerciales (PFC), un ambicioso plan a 20 años que busca transformar la economía rural, atraer inversión privada sostenible y crear millones de empleos en todo el país.
La propuesta contempla instalar 2 millones de hectáreas de plantaciones forestales comerciales en tierras de comunidades campesinas y áreas públicas. Esto equivale a 61 veces el tamaño de la superficie de Machu Picchu que es de unos 325,9 km2.
El objetivo no es solo producir madera, sino generar un modelo de desarrollo inclusivo que integre a las comunidades, el sector privado y el Estado en una misma visión de progreso y sostenibilidad.
Un motor de empleo y desarrollo rural
Las cifras son contundentes: el plan proyecta 1.6 millones de empleos directos y 4.2 millones de empleos indirectos en dos décadas. Las oportunidades abarcarán desde la instalación y manejo de bosques cultivados hasta la cosecha, la transformación industrial de la madera y la creación de servicios complementarios. Esto beneficiará principalmente a las zonas más vulnerables del país, ofreciendo alternativas económicas sostenibles y reduciendo la pobreza rural.

“Es una inversión que multiplica beneficios para el país y abre oportunidades reales de desarrollo para nuestras comunidades rurales, especialmente para los jóvenes. Las Plantaciones Forestales Comerciales no solo representan una revolución productiva en el sector forestal, sino que abren la puerta a miles de familias para acceder a empleo digno, formal y sostenible”, afirmó el director ejecutivo de SERFOR, Erasmo Otárola Acevedo.
Mapa económico y ambiental
Actualmente, Perú es un importador neto de productos de madera. Con esta estrategia, el país podría convertirse en un actor clave del mercado internacional, aprovechando la creciente demanda global de madera proveniente de fuentes sostenibles. Se espera captar USD 4,600 millones en inversión privada y generar USD 53,205 millones en impuestos en 20 años.
El impacto ambiental será igualmente significativo: las PFC están diseñadas para capturar entre 500 y 702 millones de toneladas de CO₂e, lo que supera hasta en un 338% la meta nacional de reducción de emisiones al 2030. De este modo, el proyecto se posiciona como un pilar de la economía verde, combinando productividad, empleo y cuidado del planeta.
“Este es un modelo de desarrollo que integra a las comunidades, al sector privado y al Estado en un mismo objetivo: generar bienestar y proteger nuestros recursos naturales”, añadió Otárola.
La oportunidad que ofrece el territorio peruano
Las estimaciones indican que, para el 2030, el país necesitará 144,116 hectáreas adicionales de PFC cada año para complementar la producción de bosques naturales y satisfacer la demanda interna de madera y derivados. El potencial es enorme: más de 12 millones de hectáreas en la costa, sierra y selva son aptas para plantaciones comerciales, lo que podría colocar al Perú en una posición estratégica dentro del comercio forestal mundial.
Con esta estrategia, SERFOR busca demostrar que el desarrollo económico, la justicia social y la conservación ambiental no son metas excluyentes, sino piezas de un mismo engranaje. El desafío ahora será garantizar que el plan avance con una participación real de las comunidades, la transparencia en las inversiones y un manejo responsable de los recursos naturales.