
La anunciada imposición de un arancel del 50% a las importaciones de cobre por parte de Estados Unidos podría generar cierta inquietud en el mercado global, pero su impacto sobre el Perú —segundo productor mundial del metal rojo— sería acotado. Así lo aseguró el ministro de Economía y Finanzas, Raúl Pérez Reyes, quien estimó que solo un 5% de las exportaciones cupríferas peruanas tienen como destino el mercado estadounidense.
“Solo el 5% de lo que producimos y exportamos va a los Estados Unidos. Podría estar afecto al incremento del arancel”, señaló Pérez Reyes en conferencia de prensa tras el Consejo de Ministros. A diferencia de otros países de la región, agregó, el Perú ha mantenido una política de diversificación de mercados, lo que le otorga cierto margen de protección ante medidas unilaterales de tipo comercial.
La medida arancelaria, impulsada por el gobierno de Donald Trump como parte de una estrategia más amplia para fortalecer su industria manufacturera y reducir dependencia de ciertos insumos estratégicos, entraría en vigor entre finales de julio e inicios de agosto, según adelantó el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick.
Aunque el impacto directo sería marginal para el Perú en términos porcentuales, la medida genera preocupación en el sector minero-exportador por el efecto que podría tener en los precios internacionales y en la competencia con otros grandes productores como Chile o México.
Analistas coinciden en que la acción estadounidense puede distorsionar las cadenas de suministro y aumentar la volatilidad en el mercado de metales.