Lucas Cantero, de 16 años, y sus compañeros transforman desechos en instrumentos musicales que han llevado su talento desde Paraguay hasta los escenarios más prestigiosos del mundo, incluyendo el icónico Lancaster House de Londres.

Por Stakeholders

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Hace dos años, Lucas Cantero desconocía todo sobre música. Hoy, con apenas 16 años, camina incrédulo por los elegantes pasillos de Lancaster House, en Londres, con su tambor hecho de materiales reciclados en Cateura, el principal vertedero de Asunción, Paraguay. Este joven es uno de los músicos de la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura, una agrupación que ha transformando desechos en arte.

La orquesta, integrada por jóvenes de escasos recursos, utiliza violines, guitarras y flautas fabricados con latas de combustible, cajas de fruta y tubos de agua. Invitada por la embajada de Paraguay en el Reino Unido, la banda ofreció un concierto en Lancaster House ante más de 200 diplomáticos, empresarios y parlamentarios, con un repertorio que incluyó desde Mozart hasta Coldplay.

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De un vertedero a los escenarios internacionales

Favio Chávez, director del proyecto desde el 2007, explica que la idea nació de manera espontánea. “Soy técnico ambiental y músico. Mientras procesaba los desechos en Cateura, comencé a enseñar música a los niños para alejarlos de las difíciles condiciones del barrio”, comentó.

Lucas Cantero es prueba de que esta iniciativa ha cambiado vidas. “Yo no sabía nada de música. En cuatro meses de clases intensivas tuve mi primer concierto, y ahora llevo dos años tocando en la orquesta”, relata el joven, quien asegura que nunca imaginó que de trozos de madera y radiografías podría surgir música.

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Reconocimiento global y proyección

La orquesta no solo ha tocado en más de 50 países, sino que también ha compartido escenario con grandes bandas de rock como Metallica y Megadeth, gracias a la visibilidad que obtuvo el documental Landfill Harmonic en 2014.

El impacto del proyecto no se limita a la música. Los ingresos generados por los conciertos se reinvierten en la comunidad, brindando becas educativas, asistencia médica y construcción de viviendas para familias en situación vulnerable. Además, cerca de 450 niños reciben formación musical en la escuela creada por el proyecto.

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