Estando a casi cinco años de alcanzar un hito respecto a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), hay una necesidad creciente de fortalecer todos los esfuerzos para avanzar hacia el logro de los objetivos. En el caso del voluntariado esto implica con intervenciones más ambiciosas y complejas que generen impactos más significativos y profundos. En esa dirección, las Naciones Unidas ha declarado el año 2026 como el “Año Internacional de los Voluntarios para el Desarrollo Sostenible”.
En este contexto, el voluntariado corporativo se convierte en una herramienta muy poderosa por ser una forma en la que todo tipo de empresas pueden contribuir al desarrollo sostenible, no solamente por medio de acciones filantrópicas puntuales, sino también mediante el diseño e implementación de proyectos canalicen eficientemente el talento, los conocimientos, las competencias y las habilidades de sus voluntarios para impactar positivamente en las comunidades más vulnerables.
Ejemplo de ello son los programas de voluntariado basados en habilidades (transferencia de capacidades técnicas, mentorías) y el voluntariado emprendedor (concursos de innovación social) donde los colaboradores son quienes formulan e implementan soluciones a problemas sociales.
Para lograr avances importantes es necesario que más empresas apuesten por una gestión enfocada en la generación de valor para la empresa, los colaboradores y la comunidad, pues de ese modo las empresas conseguirán las condiciones y recursos óptimos para lograr que sus programas y proyectos den un salto cualitativo.
«Para lograr avances importantes es necesario que más empresas apuesten por una gestión enfocada en la generación de valor para la empresa, los colaboradores y la comunidad».
¿Cómo puede el voluntariado corporativo contribuir al desarrollo sostenible?
- Concursos de innovación social: donde equipos de voluntarios diseñan y presentan proyectos sociales (innovadores, de alto impacto, sostenibles y escalables) y concursan por fondos de la empresa para ejecutarlos. Aquí la empresa puede delimitar las temáticas y poblaciones para que los voluntarios diseñen sus proyectos, que suelen estar alineados con la estrategia social corporativa. Además, se da libertad al voluntario para diseñar un proyecto en línea con su propósito personal, sus motivaciones e intereses.
- Mentorías: donde se moviliza a colaboradores con un determinado nivel de experiencia profesional para ayudar a otra persona con menos experiencia. Actuando como asesores y poniendo sus conocimientos al servicio de diversos públicos como directivos de instituciones de servicio público, emprendedores sociales, pequeños empresarios, becarios de educación superior, etc.
Estos tipos de voluntariado, que utilizan las habilidades y el talento de los colaboradores, también desarrollan en los voluntarios nuevas competencias y contribuyen con su crecimiento personal.
¿Cómo pueden las empresas maximizar el impacto de sus programas de voluntariado corporativo?
- Ampliando su portafolio de proyectos.
- Abriendo oportunidades de voluntariado en las cuales los colaboradores puedan hacer mayor uso de su talento y apuntar a resolver retos asociados a uno de los ODS.
La tendencia está clara: necesitamos más voluntarios corporativos comprometidos con los ODS, y necesitamos más empresas que lideren con el ejemplo. Es hora de que todos pongamos nuestro talento al servicio del desarrollo sostenible.