Día de hablar de voluntariado

No existe un día o un mes apropiado para hablar de voluntariado. El mes de diciembre puede ser uno de esos momentos para hablar del tema, ya que tenemos algunas celebraciones que nos hacen a los seres humanos un poco más sensibles en este período. Cabe aquí mi observación de que es mucho más mercantilista que cualquier otra cosa, pero este período sucede cada 12 meses: Navidad, cambio de año, fiestas de confraternización de las empresas y el Día Internacional del Voluntariado.

Vine aquí para hablar sobre una de estas celebraciones de fin de año, el voluntariado, y ciertamente, no calienta el mercado, no tiene propagandas costosas que llamen a la acción, no aparece en los grandes medios de comunicación mundiales, ya que no trae aumento de ventas, en mi opinión por una visión aún torpe del personal de marketing. Este es un trabajo que debe ser valorizado todo el año, diciembre es un simbolismo, para no olvidarnos de esta oportunidad o como insisto en mi visión, de esta herramienta de desarrollo personal y social que está a disposición de las personas los 365 días del año.

Pero aún nos queda reflexionar sobre por qué no tenemos una exposición masiva del tema: en mi opinión, todo lo que es gratis (en términos genéricos) no es valorizado por nuestra sociedad consumista, fuimos educados a pagar, aún tenemos resistencia a lo desconocido, pues siempre que nos aventuramos en una actividad voluntaria entramos en una área gris, sin saber con certeza lo que va a suceder; nosotros los seres humanos aún tenemos resistencia a demostrar que podemos ser buenos; los medios muestran en mayor volumen, los malos, corruptos, criminales, asesinos y eso va impregnando nuestra mente mostrando que eso es legal; no enseñamos el voluntariado en las escuelas, lo que dificulta la asimilación de esta herramienta en la edad adulta; y finalmente insistimos en ser “patos” y no “gallinas”, calma, lo explicaré. Cuando el pato pone su huevo lo esconde en las orillas de ríos y arroyos y permanece en total silencio, y las gallinas cuando ponen su huevo, hacen un gran alboroto avisando a todos lo que hicieron. Aún guardamos en secreto lo que muchos de los voluntarios esparcidos por el mundo hacen, debemos tener más canales de divulgación para contar a todos la diferencia que esto está haciendo.

«Este es un trabajo que debe ser valorizado todo el año, diciembre es un simbolismo, para no olvidarnos de esta oportunidad o como insisto en mi visión».

Solo quien ha necesitado un voluntario sabe el bien que recibió, solo quien ha practicado un trabajo voluntario sabe el bien que recibió y que donó. Así que, dado que es todo lo que queremos, ¿por qué no hacemos un esfuerzo colectivo en esta dirección? Podemos comenzar ahora, felicite y agradezca a un voluntario por el servicio que presta a la sociedad, incentívelo a hacer más y atraer a más personas a este equipo; seguramente estará ayudando a este y a todos los demás voluntarios a mantenerse firmes en sus frentes de “batalla”, en favor del prójimo que ni siquiera conocen.

Hagamos esto juntos ahora. Pero no solo hoy. Los voluntarios están allí, cerca de usted todos los días del año y seguramente cada uno de ellos merece un gran agradecimiento todos los días del año. Pero hoy, ya que está leyendo este texto, puede hacer un esfuerzo doble para que ellos, los voluntarios, sepan que no son olvidados y que son amados, tal como son; porque el voluntariado nos enseña eso, amar a todos independientemente de sus características físicas, credo, opción sexual, nada impide que los voluntarios se muevan y hagan la diferencia para la humanidad, incluso si es solo para un perrito abandonado. Seguramente este perrito recordará a este voluntario para siempre.

Gracias voluntarios, por su persistencia y dedicación, no importa si son días o minutos, eso es lo que hace que nuestra sociedad sea un poco mejor de lo que podría ser si no existieran.