La minería ilegal mueve más de 6,000 millones de dólares al año, convirtiéndose en la mayor economía ilícita del país. El reciente informe del Observatorio del Crimen y la Violencia advierte sobre el impacto ambiental y la inacción del Estado.

Aerial view of a log storage yard from authorized logging in an area of the brazilian Amazon rainforest.

Por Stakeholders

Lectura de:

La minería ilegal en el Perú sigue creciendo a un ritmo alarmante. Según el Observatorio del Crimen y la Violencia, una iniciativa del BCP y el Banco de Ideas Credicorp, el valor del oro extraído de manera ilegal superará los 6,000 millones de dólares en 2024, impulsado por el aumento del precio internacional​.

Este fenómeno tiene un impacto devastador en la Amazonía. La deforestación, la contaminación por mercurio y la destrucción de ríos son solo algunos de los efectos de esta actividad ilícita. Además, la minería ilegal está vinculada a trata de personas, contrabando y violencia extrema, convirtiéndose en un problema multidimensional​.

El fracaso del REINFO y la permisividad estatal

La reciente ampliación del Registro Integral de Formalización Minera (REINFO) ha sido calificada como una «nueva derrota» frente a la minería ilegal. Según el Observatorio, esta medida, lejos de frenar la actividad ilícita, ha permitido que mafias vinculadas al crimen organizado blanqueen minerales y expandan su operación​.

La falta de fiscalización y la corrupción han facilitado el crecimiento de esta economía criminal. Actualmente, el oro ilegal representa más del 20% de las exportaciones auríferas del país, una cifra que evidencia la magnitud del problema​

Los efectos de la minería ilegal son devastadores

  • Deforestación: Miles de hectáreas de bosques amazónicos son destruidas anualmente.
  • Contaminación: El mercurio utilizado contamina ríos y afecta a comunidades indígenas.
  • Violencia: Las mafias mineras recurren al sicariato y la extorsión para controlar territorios​.

¿Qué se puede hacer?

El Observatorio propone medidas urgentes, como fortalecer los estados de emergencia en zonas críticas, implementar un control riguroso de las rutas de transporte y establecer un sistema de trazabilidad del oro para identificar su origen. Además, se recomienda desarrollar alternativas económicas sostenibles para las comunidades afectadas.

Sin embargo, estas propuestas requieren voluntad política y un liderazgo firme, algo que ha faltado en los últimos años. Mientras tanto, la minería ilegal continúa devastando la Amazonía y fortaleciendo al crimen organizado.







Continúa con tu red social preferida

Al continuar serás un suscriptor gratuito

O continúa tu correo.

Escriba su correo electrónico con el que se suscribió para acceder

Suscríbete

Ya me suscribí.