¿Qué significa para ustedes el haber obtenido por quinto año consecutivo el World’s Green Tour Operato?
Estamos contentos de este reconocimiento. Es la quinta vez que ganamos el premio en esta categoría, sin embargo, en los últimos 10 años hemos tenido diferentes reconocimientos, ya sea como un operador ecológico líder en Sudamérica o en el mundo. Siempre es bueno recibir este tipo de validación externa por los esfuerzos que hacemos con el medio ambiente.
¿Qué acciones han tomado para ayudar al medio ambiente?
El mayor impacto de una empresa operadora de servicios turísticos es la generación de residuos plásticos. Hace 10 años sacamos una política de cero plásticos de un solo uso y desde allí no repartimos botellas de agua, sino que llenamos cantimploras. Son más de un millón de botellas de plástico que ahorramos. En nuestros servicios de alimentos, hacemos compras a granel en vez de paquetes individuales, a fin de evitar residuos. No hacemos fogatas ni tampoco arrojamos aceites a la naturaleza.
¿Cómo les afecta las malas acciones de empresas turísticas informales?
De hecho, ese es un motivo por el cual nuestro fundador se comprometió de una forma tan temprana hacia la protección de medio ambiente y los temas de gestión de sostenibilidad. A medida que iba creciendo el turismo, sobre todo en áreas naturales protegidas, se iba evidenciando el impacto de este. Y es bien complicado porque el turismo finalmente usa espacios públicos para generar negocios entonces dependemos de que los destinos estén en buenas condiciones. Si las personas lo utilizan mal y los contamina, los destinos ya no son atractivos para los turistas y todos sufrimos.
¿Cómo son las coordinaciones con el Estado? ¿Han podido establecer convenios?
– Hemos tenido bastante cercanía y un buen trabajo en conjunto con todos los gobiernos, especialmente para tratar de avanzar en temas de reglamentación.
Perú es visto ante el mundo como un gran destino turístico; sin embargo, existe poca intervención de las autoridades del Estado. ¿Cómo podría mejorar la situación?
Cualquier viaje que contenga dos de los siguientes tres componentes: actividad física, interacción cultural e interacción con la naturaleza ya es turismo de aventura. En Perú tenemos todo el potencial para ser el mejor destino de aventura en la historia del mundo y lo que necesitamos es trabajar juntos para lograr eso. Es un trabajo que va a demorar años.
¿Cómo hacer para que los turistas interesados en este tipo de rutas se animen a hacerlo en Perú?
Yo creo que promocionar no es la solución. Nuestro crecimiento ahorita está limitado por la capacidad de carga de Machu Picchu porque es nuestra bandera de lo que hemos proporcionado por los últimos 40 años. Lo que se tiene que hacer es desarrollar otros destinos. En el Perú hay al menos 10 rutas con mucha historia y mucho legado natural.
¿Qué se necesita para alcanzar ese objetivo?
Yo creo que la clave está en no pensar en grande antes de empezar, sino más bien en empezar e ir organizándose en el camino. Todas las comunidades están listas para trabajar y recibir turistas.