En la cotidianidad de nuestros hogares, la presencia de electrodomésticos apagados no implica necesariamente inactividad energética. La amenaza de la «corriente vampiro» se ve en decodificadores, computadoras portátiles y computadoras de escritorio, revelando que estos aparatos continúan absorbiendo energía incluso cuando apagados.
Un estudio del laboratorio Lawrence Berkely, respaldado por el Ente Provincial Regulador de la Energía en Argentina, desvela los secretos detrás de estos consumos residuales, destacando la importancia de adoptar estrategias para reducir su sed insaciable de energía. Aquí te detallamos cuáles son:
- Decodificadores: Estos dispositivos, utilizados en servicios de televisión satelital o por cable, muestran diferentes niveles de consumo. Según el estudio, la función de grabación de programas es la que más energía demanda.
- Computador portátil: Aunque apagadas, las computadoras portátiles conectadas a una fuente de poder pueden consumir hasta 8,9 W/hora. En modo hibernación, este consumo puede elevarse a 15,7 W.
- Computador de escritorio: En modo de hibernación, la CPU puede tener un consumo de 21,1 W. Si la CPU está encendida pero no se está utilizando y el monitor está apagado, el consumo puede alcanzar los 73,9 W.
Además de estos, otros electrodomésticos que continúan consumiendo energía incluso cuando están apagados incluyen cafeteras (poco más de 1 W/hora), consolas de videojuegos (cerca de 1 W), microondas (3,08 W, aumentando a 25,79 W con la puerta abierta), y cargadores de celular, que siguen consumiendo electricidad incluso después de que el teléfono ha alcanzado el 100%.
La conciencia sobre estos consumos residuales destaca la necesidad de tomar medidas para reducir la «corriente vampiro», no solo para ahorrar energía, sino también para contribuir a la sostenibilidad ambiental.