Por: Milagros Bracamonte
En el Perú, la sociedad enfrenta múltiples carencias. Trabajar para reducir brechas, solucionar problemáticas y contribuir al desarrollo del país debería ser una prioridad en todo ser humano.
El emprendimiento juega un rol fundamental para el desarrollo del país. De hecho, el Perú se ha posicionado como un país emprendedor, situándose como el cuarto país del mundo con más interesados (52 %) en emprender en los últimos dos años, solo por detrás de Colombia, México y Sudáfrica, de acuerdo con un estudio sobre el Emprendimiento en tiempos inflacionarios de Ipsos (2022). Pero ¿cuántos emprendimientos tienen impacto social? Es decir, ¿cuántos buscan además de un beneficio económico contribuir con la sociedad y el planeta?
De acuerdo con Cinthia Varela, directora ejecutiva de la plataforma Kunan, la tendencia de emprendimientos sociales ha ido creciendo por diversos motivos, el primero está relacionado con la importancia que le está dando el mundo corporativo y la sociedad en general a los temas sociales o ambientales, gracias a ello muchas empresas trabajan en base a estrategias de sostenibilidad y en ese camino reconocen al emprendimiento social como un aliado. “Para nosotros, el emprendimiento social es un negocio por sobre todas las cosas, independientemente si es con fines o sin fines de lucro.
La diferencia es que los emprendimientos sociales a través de su modelo de negocio buscan solucionar una problemática social o ambiental que esté afectando a una comunidad o a una población en particular”, indica.
Por su parte, Mariella Soto, vicepresidenta de la Asociación de Emprendedores del Perú (ASEP), señala que hay un crecimiento en la intención de emprender con impacto social especialmente en la gente más joven. “En las capacitaciones que nosotros hacemos, hablamos de la importancia de considerar tanto el impacto social como el impacto ambiental, impulsamos a los emprendedores a enfocarse en resolver problemas, que tengan impacto ya sea en temas relacionados al bienestar, carencias en la sociedad, entre otros”.
Articular y conectar
La especialista de Kunan explica que la misión de la organización que lidera es articular en favor de los emprendimientos. “Nosotros conectamos y trabajamos articulando a los emprendimientos sociales con organizaciones de soporte especializadas como incubadoras, aceleradoras y fondos de inversión. Además, las conectamos con otros ecosistemas y sectores, como las empresas privadas, públicas, la academia, y medios de comunicación. La interacción de todos ellos es clave”.
En ese sentido, resalta que Kunan tiene una alianza con Perú Sostenible, la cual les ha permitido conectar bajo un paraguas común —que es la sostenibilidad— a emprendimientos sociales con corporaciones o grandes empresas.
Agrega que la interacción de todos estos actores ha ido ayudando y contribuyendo a que el emprendimiento con impacto gane relevancia. “Todos los emprendimientos que forman parte de la red de Kunan —más de 350— contribuyen a través de los ODS. Cada uno tiene un modo de operar y trabajan por reducir brechas y comprometerse a solucionar alguna problemática que les haya afectado de manera directa o indirecta contribuyendo al desarrollo del país”.
Añade también que los emprendimientos tradicionales pueden transformarse en emprendimientos sociales, solo deben identificar la problemática que están atendiendo y tratar de llevar su modelo de negocio hacia la búsqueda de una solución.
Desde otra perspectiva, la representante de ASEP menciona que el rol del Estado para la promoción de emprendimientos sostenibles es clave, ya que tienen los recursos para llegar a nivel nacional y dar a conocer las diferentes iniciativas. “Desde el Estado se debe promover más esta iniciativa, yo creo que en la medida que esté en la agenda de todos, se podría motivar a aquellas empresas existentes a implantar en su modelo de negocio el impacto social como una obligación. Estado puede otorgarles algún tipo de beneficio”.
De acuerdo con Mariella Soto, ASEP es una asociación que trata de ser lo más diversa posible para incentivar a los emprendimientos. “A través de nuestras charlas y eventos transmitimos a los emprendedores a ser conscientes de que los negocios pueden tener un impacto social desde su nacimiento. Para ello, es clave enfocarnos en resolver algún problema, preguntándonos cómo lo resolveremos y contribuiremos a una mejor sociedad”.
Desafíos del emprendimiento social
Para la directora ejecutiva de Kunan, el primer reto está relacionado con la evangelización del concepto, porque pese a que han incrementado las organizaciones y personas que entienden el rol del emprendimiento social, todavía hay otras que no lo interiorizan. Otro reto es encontrar mecanismos para que puedan tener oportunidades de crecimiento, ya que al ser emprendimientos que facturan como mipyme, tienen ciertas restricciones propias de la etapa en la que se encuentran.
Agrega que otra barrera es el financiamiento del capital semilla, ya que el emprendimiento cuando está creciendo no tiene claro si necesitará endeudarse; finalmente otro desafío es la descentralización. “Muchas veces los emprendimientos que han empezado en regiones han crecido porque se han mudado a Lima. Desde Kunan venimos trabajando para revertir esa situación, desde el 2020 implantamos un centro de operaciones en el norte y queremos replicar esta iniciativa en las tres regiones del Perú”, puntualiza.
Por otra parte, Mariella Soto señala que la gente emprende por oportunidad. “En ASEP todos los meses hacemos mentoría, contamos con más de 60 mentores, gracias a ello logramos identificar a tiempo aquellos emprendimientos con modelos de negocio que no tienen claro el segmento al que se dirigen y la propuesta de valor. Muchas veces la propuesta de valor se enfoca mucho en la solución y no en el problema”