Por Stakeholders

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Adriana Quirós, Gerente País para el Perú del Pacto Global de la ONU, conversa a continuación sobre el relanzamiento de esta gran iniciativa de sostenibilidad corporativa, la cual reafirma su compromiso de impulsar a las empresas a impactar positivamente en la sociedad desde un enfoque de desarrollo sostenible.

Por Renzo Rojas
rrojas@stakeholders.com.pe

¿Cuál es el objetivo por el que nace el Pacto Global de las Naciones Unidas?

El Pacto Global es una iniciativa creada en el 2000 por el entonces secretario general las Naciones Unidas, Kofi Annan, y 44 empresas. Nuestro propósito es acelerar y escalar el impacto colectivo de las empresas que apoyan a los Diez Principios y aportan a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a través del accountability y los ecosistemas que fomentan cambios.

¿Cómo llega la iniciativa casi 22 años después de su fundación?

Hemos crecido bastante. Empezamos con 44 empresas fundadoras y hoy hemos llegado a incorporar a más de 16 mil en más de 160 países. Esto nos convierte en la iniciativa de sostenibilidad corporativa más grande de todo el mundo.

Como cualquier otra iniciativa u organización, conforme se va creciendo se va adaptando y cambiando la forma de trabajo. De esta manera, recientemente contamos con una estrategia del 2021 al 2023 para todas nuestras operaciones a nivel global, la cual presenta cinco enfoques principales.

¿En qué consisten estos cinco enfoques?                

El primero es el accountability o empresas responsables que están dispuestas a asumir compromisos públicos de forma transparente. El segundo tiene que ver con un crecimiento equilibrado, tanto a nivel local como regional, con la finalidad de tener una verdadera cobertura global.

El tercero consiste en contar con un impacto medible en áreas priorizadas mediante una nueva comunicación de progreso y una selección de ODS transversales, en los cuales como Pacto Global queremos incidir. El cuarto es acompañar y potenciar a la acción colectiva de las pymes. Y quinto es reforzar el compromiso que tenemos, de manera sólida y activa, como parte de las Naciones Unidas.

¿Esta renovada propuesta ha motivado el relanzamiento de la iniciativa?

Todo lo anterior nos ha llevado a incorporar nuevas formas de operar en varios países. Esta es la razón por la que el pasado 25 de mayo, día del relanzamiento del Pacto Global en Perú, se anunció el manejo de la iniciativa en el país bajo un nuevo modelo de operación directa, de la mano y con el apoyo del Coordinador Residente del Sistema de las Naciones Unidas en el Perú.

¿Hay alguna modificación en los Diez Principios que rigen en el Pacto?

Los Diez Principios del Pacto Global jamás pierden relevancia, ya que están basados en los estándares más altos a nivel internacional y hacen referencia a cuatro ejes que son transversales a la gestión real de la sostenibilidad. Estos son derechos humanos, derechos laborales, medioambiente y anticorrupción. Lo que hacemos es transformar estos principios responsables en acciones inclusivas para que absolutamente nadie se quede atrás.

En este objetivo, ¿es esencial que los principios se relacionen estrechamente con los ODS?

Año tras año, las organizaciones participantes reafirman su apoyo a los principios y se comprometen, además, a incorporarlos como parte de su estrategia, cultura y acciones cotidianas. De igual modo, se comprometen a involucrarse en proyectos colaborativos que contribuyen a los ODS.

Estos últimos fueron agregados a nuestro mandato en el 2015. Hay una relación muy sincrónica entre los Diez Principios y los ODS. Los primeros dicen a las empresas que es lo que deben hacer, mientras que los siguientes les indican cómo poner todo en práctica.

¿Cuál ha sido la experiencia en Perú con el establecimiento del Pacto Global?

 En el Perú, el Pacto Global inició en el 2003. Hemos tenido una acogida muy buena por parte del sector empresarial. Ahora estamos buscando, mediante una operación directa, poner en acción los compromisos que han tomado todas las empresas participantes.

Pensamos en que hay un potencial enorme en el Perú. El sector privado tiene un rol que es esencial en la sociedad, debido a que enfrentamos desafíos enormes, globales y urgentes, como la crisis climática y la inequidad.

Es importante especialmente en un escenario pospandemia…

No se trata de elegir entre la rentabilidad o la sostenibilidad, eso es una dicotomía falsa. La sostenibilidad es la única manera de hacer negocios de ahora en adelante, si lo que se desea es sostenerse en el tiempo. En ese sentido, entendemos que el sector privado se encuentra en una posición única para enfrentar estos retos. Esta es la razón por la que el Pacto está aquí: para ayudar a las empresas a ir más lejos y más rápido.

¿Por eso el Pacto busca con mayor ambición sumar a más empresas?

Este año estamos implementando varios cambios dentro del Pacto. Uno de los más grandes es que queremos que esta iniciativa sea de base ancha, diversa e inclusiva. Consideramos que cuando mejor logremos reflejar la realidad peruana, mejor podremos crear soluciones e impulsar la acción colectiva para el desarrollo sostenible. Tanto la acción climática, como los derechos humanos, son temas realmente urgentes para el Perú.

Precisamente, ¿qué tan importante son estos desafíos para el país?

El Perú es uno de los países más vulnerables a los efectos de la crisis climática. Cuando realizamos encuestas a nivel global, nos damos cuenta que el 82% de los lideres empresariales no tiene claro cómo aplicar la acción climática. Saben que es importante, pero no cómo hacerlo. El problema es que, en este momento, en el que estamos históricamente en un punto de quiebre, la inacción climática nos sale más cara. No podemos darnos una pausa.

¿Hasta qué punto puede llegar el costo económico de la crisis?

Si no actuamos, los estudios más recientes revelan que vamos a tener pérdidas económicas globales equivalentes a más de 178 billones de dólares americanos al 2070, por lo que el sector privado tiene un papel clave.

¿De qué tipo de rol estamos hablando sobre el empresariado?

Este no solo versa en actuar y asumir sus responsabilidades. Consiste también en enviar señales sólidas al mercado para desarrollar soluciones innovadoras, presentar planes concretos, lograr movilizar y verdaderamente alcanzar la transición a una economía carbono cero, al mismo tiempo que genera y crea una recuperación justa e inclusiva. El camino es muy claro para las empresas. Tienen que identificar riesgos climáticos, medir sus emisiones, contar con KPI’s y objetivos basados en ciencia.

 Finalmente, ¿qué tan crucial resulta la articulación para generar impactos efectivos?

Solos no llegamos a nada porque lo que necesitamos son acciones y transformaciones colectivas. En el Pacto tratamos de impulsar las plataformas de acción, las alianzas, el materializar los principios en acciones concretas. Creemos que, si aceleramos las acciones de las empresas y los compromisos públicos, ellas podrán efectivamente sacar a relucir todo su potencial a favor de la sostenibilidad.







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