
El sector privado peruano está dejando atrás la idea de que la regulación frena la competitividad. Un reciente estudio de la ONU reveló que más de la mitad de las empresas del país considera necesario fortalecer las normas en materia de sostenibilidad, especialmente economía circular, cambio climático y lucha contra la corrupción.
El informe muestra que las compañías buscan reglas más claras que impulsen la transparencia y garanticen igualdad de condiciones en el mercado. Tanto las grandes corporaciones como las adheridas al Pacto Global apoyan una mayor fiscalización en áreas estratégicas, mientras que las microempresas priorizan temas ambientales y de derechos humanos.
Empresas peruanas piden más regulación para avanzar en sostenibilidad
Según los resultados de la Consulta Empresarial de Sostenibilidad 2025, más de la mitad de las empresas consultadas considera necesario fortalecer los marcos normativos en temas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) para avanzar con claridad y transparencia.
El estudio revela que 57 % de las empresas pide mayor regulación en economía circular, seguida de clima y naturaleza (56 %) y lucha contra la corrupción (48 %).
Otro de los temas destacados son las finanzas sostenibles (43 %), el reporte de sostenibilidad (39 %) y la gestión hídrica (36 %), lo que evidencia un consenso sobre la necesidad de reglas claras que garanticen igualdad de condiciones para todos los actores del mercado.
Las grandes empresas y las adheridas al Pacto Global de las Naciones Unidas lideran el respaldo a una regulación más fuerte en áreas estratégicas: 58 % apoya normas más exigentes en finanzas sostenibles, y 55 % está a favor de reportes obligatorios de sostenibilidad.
En contraste, las microempresas priorizan temas más operativos como cambio climático (62 %), derechos humanos (39 %) y gestión del agua (38 %), mostrando distintos niveles de madurez y enfoque.
Las limitaciones del Estadio peruano: el problema detectado por las empresas privadas
El informe también subraya un fenómeno cada vez más visible: ante las limitaciones del Estado peruano para cerrar brechas sociales y ambientales.
Muchas compañías han asumido responsabilidades que tradicionalmente correspondían a la gestión pública, como garantizar el acceso al agua, construir escuelas o proteger ecosistemas.
En este escenario, la demanda de regulación no se interpreta como una carga, sino como una herramienta de competitividad y sostenibilidad. Un marco normativo sólido y progresivo permitiría alinear incentivos, fortalecer la confianza y consolidad un sector privado más transparente, resiliente y preparado para los desafíos globales.
El estudio concluye que el Perú tiene la oportunidad de diseñar un marco regulatorio propio, flexible pero ambicioso, capaz de conectar la realidad local con las exigencias internacionales.
En pocas palabras de los expertos, «un país con reglas claras no frena la innovación, la acelera», y en materia de sostenibilidad, ese podría ser el impulso que marque la diferencia.
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