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Resumiendo los costos inmensos de la crisis, el New York Times editorializa: “Seamos claros, la crisis causada por la irresponsabilidad de los bancos…

  
Resumiendo los costos inmensos de la crisis, el New York Times editorializa: “Seamos claros, la crisis causada por la irresponsabilidad de los bancos ha costado al país más de 120 billones. 

Cualquier cálculo debe incluir también la mayor recesión esde los 30 y la pérdida de 7 millones de trabajos”. De acuerdo al Financial Times: “La crisis surgió de la falta de liderazgo, y responsabilidad corporativa”. El presidente  de la Comisión creada por el Congreso de Estados Unidos para investigarla, Phil Angelides, ex tesorero de California, habla de “la codicia, estupidez, y soberbia” en el sector financiero. Hay en USA una “ira” de “main street”, el ciudadano común contra los altos ejecutivos de “Wall Street”. Además de todo lo anterior, entre sus razones Useen (Wharton) señala que “quienes llevaron a Wall Street al abismo, nunca retrocedieron para pedir disculpas por el desastre que causaron”.

Irresponsabilidad, codicia, egoísmo, soberbia. La ciudadanía pregunta: ¿Cómo se formaron estos ejecutivos? ¿Cómo recibieron un bagaje ético tan precario?.

Habían sido preparados en algunos de los mejores masters gerenciales americanos, tenían una preparación técnica de primera línea, pero ¿Qué sucedió con su formación ética? Estudios del prestigioso Aspen Institute encontraron que el perfil ético de egresados de algunos Master en Gerencia (MBAs) en Estados Unidos era peor cuando salieron que cuando entraron en ellos. Etzioni (Profesor Emérito de George Washington University) advirtió después de Enron en el Washington Post “Cuando se trata de ética las escuelas de negocios reprueban”.

Khurana (catedrático de Harvard) describe: “una suerte de fundamentalismo de mercado tomo posesión de la educación empresarial. … absolvió a la gerencia de cualquier responsabilidad diferente de los resultados financieros”.

Las Escuelas Gerenciales han acusado el impacto, y hay cambios. En Harvard 2009 los estudiantes tomaron la iniciativa de generar un juramento voluntario para los MBAs equiparable al de los abogados y médicos. Dice que cada egresado se compromete a actuar responsable y éticamente, de no avanzar sus “propias ambiciones estrechas”, y a “servir al interés general”. Uno de los graduados explica: “Queremos que nuestras vidas signifiquen más”. En Columbia los alumnos formaron una comisión de Liderazgo y ética que organiza conferencias sobre el tema. En general los clubes de emprendimientos sociales están entre las mayores organizaciones estudiantiles en las escuelas de gerencia líderes.

Las reformas van desde ampliar el enfoque de la formación dando, -se está haciendo en Stanford-, más énfasis a perspectivas multidisciplinarias, y a entender los contextos culturales, hasta integrar objetivos sociales en los proyectos de los alumnos como está sucediendo en Oxford. Así entre ellos está construir sistemas de purificación de agua en Africa y desarrollar sistemas de banca por Internet en lugares con débil infraestructura tecnológica.

En América Latina, que con tantos desafíos abiertos, 18 millones de desocupados, y 190 millones de pobres, necesita imperiosamente gerencia de alta calidad pero comandada por la ética, por ello, se está innovando en este campo. Se creó con apoyo del PNUD y la AECID, la Red Iberoamericana de Universidades por la Responsabilidad Social empresarial (RED UNIRSE) integrada por 150 universidades que están sumando esfuerzos para llevar la ética gerencial a las aulas. Su primera meta es “formar a los formadores”. Ya 300 profesores de 90 universidades de todo el continente y España, que han pasado por las aulas virtuales de su programa internacional “¿Cómo enseñar Responsabilidad Social Empresarial?”.

La cuestión es formar estudiantes que aprendan a preguntarse a ellos mismos como resalta Saloner (Stanford): “En interés de quien estoy tomando esta decisión”.

Hay quienes sugieren que incluso habría que revisar el modo en que se reclutan los estudiantes de los masters gerenciales. Vauthier (Financial Times) señala que tiende a enfatizar solo las ganancias.

Un graduado de uno de los más reputados MBAs de España dice: “En un año entero de formación nunca oí hablar de ética”. Otros egresados plantean: “Es como una burbuja, pierdes el sentido de la realidad”.

Las tecnologías de alta gerencia son fundamentales para nuestro tiempo e impactan profundamente a públicos amplísimos. Como lo ha demostrado la crisis que lanzó a la pobreza y al desempleo a millones en todo el planeta y en América Latina, urge que se trabaje sistemáticamente porque sean aplicadas con máxima atención a criterios éticos. 

 
 
 

Por: Bernardo Kilksberg
Orden al Mérito 2009 del Rey Juan Carlos I de España
Presidente de la Red Iberoamericana de Universidades por la Responsabilidad Social







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