Tal y como manifiesta la ONU, hay suficiente agua dulce para satisfacer las necesidades de todos, sin embargo estos recursos no están equitativamente…
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Tal y como manifiesta la ONU, hay suficiente agua dulce para satisfacer las necesidades de todos, sin embargo estos recursos no están equitativamente distribuidos y, a menudo, no son gestionados de manera adecuada, lo que acarrea problemas de escasez tanto en los países del sur como en algunas zonas del norte. Las malas prácticas en agricultura y ganadería, la industrialización, el urbanismo desordenado, el uso masivo de aguas subterráneas, la contaminación o la deforestación son algunas de las causas que inciden en la desaparición del agua. Desde 1900, la mitad de los humedales del mundo, principal fuente de agua dulce renovable, se han perdido.
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A veces, se apunta a un futuro de conflictos por el agua, a la vista de que todos los países tratarán de satisfacer sus necesidades en un contexto de recursos hídricos limitados. Sin embargo CECU se une a la ONU al recordar que la Historia nos ha enseñado que la cooperación es la respuesta más adecuada para compartir las 263 cuencas, lagos transfronterizos o grandes depósitos de agua dulce en los acuíferos subterráneos que transitan a través de las fronteras de 145 países y cubren casi la mitad de la superficie terrestre. Además, CECU considera que, más allá de acuerdos internacionales, el ciudadano también puede poner de su parte. Ha llegado el momento de incorporar una nueva cultura del agua a la vida cotidiana que supondrá ser conscientes de lo escaso de ese recurso y de la necesidad de ahorrarlo en la mayor medida posible y de utilizarlos de la forma más eficiente. Tal y como se expone en la guía El Planeta, las Personas y el Futuro, elaborada por CECU e IPADE, medidas como recoger en un cubo el agua de la ducha hasta que salga caliente para usarla para regar, fregar o lavar platos, cerrar el grifo al enjabonarse, lavarse los dientes o afeitarse, introducir mecanismos de doble descarga o de descarga interrumpible en el inodoro o poner reductores de caudal en los grifos de lavabos, cocina y ducha pueden ser algunas medidas básicas que permitirán un ahorro de hasta 3.000 litros al año por persona. Asimismo, es importante transmitir estos conocimientos a los más jóvenes de cara a que incorporen este tipo de hábitos en su día a día y se conviertan en adultos responsables. Con motivo este día, la Alianza por el Agua, de la que CECU es miembro, pone en marcha una web que recoge recursos educativos y materiales didácticos dirigidos a alumnos de Educación Primaria y Secundaria sobre el uso eficiente del agua, la solidaridad y los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). |