En el marco del evento Perú Sostenible 2021, varios expertos subrayaron la importancia de que el empresariado peruano participe activamente en el proceso de desarrollo del país y de apoyo al fortalecimiento de las instituciones que se requieren para ello, a través de rutas como el Plan Nacional de Acción sobre Empresas y Derechos Humanos.
Por David Rodríguez Andara
drodriguez@stakeholders.com.pe
El Perú llegó al bicentenario en un contexto complejo ocasionado por la pandemia y la inestabilidad política, pero sobre todo con mucho trabajo por delante para alcanzar la visión de país que se tiene y se quiere llegar. Dentro de ese trabajo, la responsabilidad empresarial y el reforzamiento de la institucionalidad representan piezas fundamentales en el proceso de transformación y desarrollo del país.
En el evento Perú Sostenible 2021, Pedro Lerner, presidente del Consejo Directivo de Perú Sostenible, indicó que en los últimos años las debilidades estructurales e institucionales se han venido agravando en el país. No obstante, refirió que, a pesar de los múltiples obstáculos, el compromiso de las empresas por el desarrollo del Perú se ha mantenido.
Al respecto, Lerner afirmó que la situación que ha ocasionado el Covid-19 ha hecho que las empresas líderes en sostenibilidad aumenten su resiliencia y su capacidad de respuesta a partir de su interconexión con el entorno.
“Este es el momento en el que el sector privado debe reafirmar su propósito de promover el cambio, y desde las empresas impulsar iniciativas que conectan con la sociedad y el resto del mundo”, comentó.
Sobre este punto, refirió que, en esta nueva fase como Perú Sostenible, la institución plantea seguir trabajando para consolidar su rol articulador entre empresas, Estado, academia, sociedad y organismos internacionales.
“Hoy somos la principal red de empresas comprometidas con el desarrollo sostenible del Perú, que tiene el objetivo de convertir a las organizaciones privadas en agentes de cambio para alcanzar la nación que queremos”, acotó.
En este mismo orden de ideas, Max Hernández, secretario ejecutivo del Acuerdo Nacional, señaló que la pandemia ha creado algo muy grave más allá de cifras negativas y retrocesos en diferentes ámbitos, que es la “profunda desconfianza entre los peruanos”.
“Si bien el Acuerdo Nacional es una apuesta por un futuro mejor, los empresarios tienen ideas y propuestas que no terminan de aterrizar y llegar a la gente. No ha habido fuerza de convencimiento de las mayorías y debemos saber en qué no se ha podido comunicar estos alcances del empresariado. Debemos ver la manera de cómo hacer para poder escucharnos todos y cómo poder impulsar todas estas iniciativas del sector privado alcancen una efectividad práctica”, subrayó.
En su opinión, hay que hacer que esta transición de propósitos y deseos sea asumida como ideal vigente para llevar adelante este proceso en momentos difíciles no solo para el Perú, sino para el planeta entero.
“Para alcanzar un Perú Sostenible, debemos tener comprensión del momento y la audacia suficiente para articular todas estas acciones y buscar consensos en que los que todos nos pongamos de acuerdo. Necesitamos entendernos y conversar”, aclaró.
Protección de DDHH en contexto empresarial
Actualmente la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep) se encuentra reflexionando sobre el rol que debe tener como institución, por lo que está trabajando en el proceso de acelerar ciertos conductores que permitan generar esa confianza en el sector privado peruano.
Así lo refirió Verónica Bonifaz, vicepresidenta ejecutiva y gerente general de la Confiep, durante su participación en el evento de Perú Sostenible 2021, donde indicó que el Plan Nacional de Acción sobre Empresas y Derechos Humanos plantea varios principios rectores para proteger los derechos humanos en los sectores empresariales del país.
“Desde la Confiep hemos colocado a los trabajadores y los colaboradores en el centro, porque son el core del empresariado en el Perú. Estamos trabajando en construir puentes para generar consensos, pues el diálogo sincero y constructivo es necesario para el Plan de Acción Nacional”, comentó.
Asimismo, señaló que es necesario dar atención a la actividad informal que agobia al país, por lo que los empresarios deben incidir en cambiar esta realidad, pues 10 millones de peruanos que pertenecen a esta estructura informal hoy se encuentran vulnerables, sobre todo en materia de derechos humanos.
“Se debe contribuir a la promoción de sus derechos fundamentales desde diferentes espacios. Así como también el empresariado debe luchar contra la corrupción y las actividades ilegales que hay en el país. Debe formar parte de una acción colectiva para juntar esfuerzos para acelerar la ruta planteada por el Plan de Acción Nacional”, resaltó.
Participación activa del empresariado
Por otro lado, Bonifaz comentó que la Confiep tiene un rol articulador en acelerar esa agenda de desarrollo y en la manera en cómo las empresas pueden asimilar la ruta a seguir. “Hay que impulsar el desarrollo del Perú de esa manera, identificando riesgos expuestos como país y oportunidades de trabajo colaborativo y conjunto para seguir avanzando”.
“La participación activa del empresariado debe ser también contra la corrupción y la falta de institucionalidad, que no ha permitido dirigir el crecimiento de la economía a los más necesitados. El cumplimiento de los ODS tiene que llevar al fortalecimiento de la democracia y las instituciones para así poder acelerar el cumplimiento de la agenda. Por ello, las empresas deben ser cada vez más conscientes de los problemas que enfrenta el país”, explicó.
Sostuvo que la Confiep es un espacio muy importante en el que no solo se ha impulsado el Plan de Acción Nacional, sino también temas transversales y otras iniciativas donde se ha trabajado en las buenas prácticas del gobierno corporativo, para fortalecer su cumplimiento y avanzar en el camino previsto en la Agenda 2030.