
Un pequeño ratón con bigotes rizados y un pelaje tres veces más largo de lo normal podría parecer una simple curiosidad científica, pero detrás de este experimento hay un ambicioso objetivo: traer de vuelta al mamut lanudo. Colossal Biosciences, la empresa biotecnológica que lidera este esfuerzo, asegura que su “ratón lanudo” es un paso clave para recuperar especies extintas, pero no todos los expertos están convencidos.
¿Un avance real o solo un ratón peludo?
El experimento de Colossal se basa en identificar genes responsables de características clave del mamut, como su grueso pelaje y su capacidad para resistir el frío, y editarlos en ratones de laboratorio. El resultado: un roedor con pelo largo, ondulado y claro, similar al de los antiguos gigantes de la tundra.
Beth Shapiro, directora científica de Colossal, afirma que este avance valida su enfoque para resucitar rasgos perdidos por la extinción. “Es un paso importante para restaurar características esenciales en especies extintas”, dijo en un comunicado.
Sin embargo, algunos científicos no están tan entusiasmados. Robin Lovell-Badge, del Instituto Francis Crick de Londres, cuestiona si estos ratones realmente están mejor adaptados al frío o si simplemente son una curiosidad genética. “Por ahora, solo tenemos unos ratones peludos de aspecto lindo, pero sin pruebas de que esto nos acerque a recrear un mamut funcional”, comentó.
¿Mamut o una versión editada de un elefante?

Colossal Biosciences no busca clonar un mamut a partir de ADN antiguo, sino editar el genoma del elefante asiático, su pariente vivo más cercano, para que adquiera características similares. La compañía asegura que estos “neo-mamuts” podrían ayudar a frenar el derretimiento del permafrost en el Ártico, reduciendo la liberación de carbono.
Pero los críticos argumentan que revivir una especie extinta es mucho más complejo que modificar algunos genes. Tori Herridge, de la Universidad de Sheffield, advierte que sin comprender completamente la biología de los mamuts, cualquier intento solo resultará en una “aproximación burda” del animal original.
Además, existen preocupaciones éticas y prácticas: ¿vale la pena invertir cientos de millones de dólares en traer de vuelta una especie extinta cuando hay animales en peligro de extinción que necesitan ayuda urgente?
El desafío de pasar del ratón al elefante
Aunque la edición genética en ratones ha avanzado enormemente, trasladar estos conocimientos a elefantes es un reto completamente distinto. “Trabajar con ratones o incluso con ganado es relativamente sencillo, pero la reproducción asistida en elefantes sigue siendo un campo poco desarrollado”, explica Rob Taft, científico de The Jackson Laboratory.
Colossal ha prometido que su primer ternero de “mamut lanudo” nacerá en 2028, pero hasta ahora, su mayor logro sigue siendo un ratón lanudo en un laboratorio. La gran pregunta sigue en el aire: ¿estamos ante el primer paso hacia la resurrección de especies extintas o simplemente ante un experimento llamativo sin impacto real?
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