Por Stakeholders

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En la ceremonia llevada a cabo el día 11 de noviembre, en el auditorio de la Sociedad Nacional de Minería Petróleo y Energía (SNMPE), los representantes de la empresa minera, de la Asociación Desco (ejecutora del programa) y 2 productores beneficiarios, recibieron el máximo galardón de manos del presidente de la SNMPE, Econ. Carlos Gálvez Pinillos.
En términos generales, los criterios que evaluó el jurado son los referidos al impacto y cumplimiento de los objetivos del programa, al nivel de participación de la población local y a lo innovador de la propuesta.
Como se sabe, ProGanadero inició sus actividades en el año 2012 con el objetivo de mejorar la calidad genética del ganado de Antauta, Ajoyani y la CC Queracucho, en el ámbito de la mina San Rafael de Minsur. De esta forma se buscaba valorizar la actividad ganadera, principalmente alpaquera, que es la que emplea a la mayoría de la población. Todo ello con el fin de mejorar las condiciones de vida de la población.
El Programa, a la fecha, cuenta con la participación de más de 1.600 productores en las diversas líneas de acción que plantea. Estos ejes incluyen el manejo técnico y sanitario del ganado, la validación y transferencia de tecnologías de crianza, cosecha de agua y manejo de pastos y la asistencia técnica permanente. ProGanadero tiene su núcleo físico en el centro de reserva genética Charcahuallata, un fundo de propiedad de Minsur que cuenta con la infraestructura, equipamiento y personal idóneo para transferir tecnologías y conocimiento.
Cabe resaltar que, como parte de este programa, se han levantado importantes obras de infraestructura hidráulica  como represas, reservorios familiares y canales de riego que, en conjunto, permiten almacenar 815.000 m3 de agua para épocas de estiaje. Además de haber cambiado el rostro productivo de las localidades, estas obras constituyen activos ambientales, pues permiten fortalecer el ecosistema.
Complementariamente, hace algunas semanas Minsur lanzó el programa Fibra Emprendedora, el cual permite a mujeres artesanas de Antauta y Ajoyani aprovechar la fibra de alpaca de alta calidad con la que cuentan ahora, para producir hilados finos y venderlos a mercados rentables del Perú y el extranjero.
En palabras de Alberto Rubina, jefe de Gestión Social de San Rafael, “este reconocimiento nos llena de orgullo tanto a nosotros como a los productores, pues demuestra que estamos haciendo las cosas bien. Asimismo, se demuestra que la minería responsable trae beneficios y que puede convivir perfectamente con la ganadería y agricultura cuando tenemos objetivos comunes y un diálogo permanente”.






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