Por Stakeholders
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Las perspectivas de la economía peruana para el próximo año no son las mejores y cada vez existe más pesimismo e incertidumbre, dijo Carlos Oliva, ex ministro de economía y finanzas. Agregó que esto es así por lo que viene sucediendo en el mundo, y en particular, en nuestro país. Las cifras para las proyecciones del próximo año varían bastante respecto a otras ocasiones debido a la alta incertidumbre que vive el país.
El Banco Central de Reserva (BCR) proyecta un PBI de 3.4% en 2022. Sin embargo, para el también presidente del Consejo Fiscal (CF) “los riesgos de que esta proyección sea menor son cada vez más altos”.
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Efectivamente, cada vez más existen diversas proyecciones internacionales en esa tendencia, existe un consenso de más de 11 bancos de inversión de alcanzar un crecimiento de 2.8%. Incluso, mencionó que con un modelo para hacer proyecciones, del CIF, estimó un 2,7%. Más que un escenario base se está convirtiendo en un escenario positivo, señaló Oliva en la conferencia anual del CFA Society Peru (Asociación peruana de profesionales en inversiones).
Aunque subrayó que hay riesgos de lado, externos (aumentos de la tasa de interés de la FED, incertidumbre alrededor del crecimiento de China, inflación, entre otros), poco se puede hacer salvo manejar los efectos que vayan a tener sobre la economía peruana. La inversión privada proyectada para el próximo año es cero. “Donde está la mayor amplitud de temas que podemos trabajar en el aspecto interno”, comentó.
Como mejorar las perspectivas
Sin embargo, si se requiere revertir esta situación o mejorar las perspectivas para el próximo año se tendría que dar 3 temas claves: Uno de estos está vinculado a la gestión pública; Oliva expresó que “la función del Estado no es repartir plata ‘por aquí o por allá’. Si se cree que la función redistributiva del Estado es simplemente usar la plata y regalarla, eso no es. El efecto de eso es demasiado cortoplacista y no tiene ningún impacto sobre el PBI potencial.
Añadió que no sólo estamos viendo la falta de visión sobre la mejora de la gestión pública, sino que las señales que se dan van en sentido contrario, “sobre todo con el nombramiento de personas que no están capacitadas para ejercer esta función pública”. El cambio del gabinete es inminente y dependiendo de quienes lo integren será la mejor señal para el desempeño de la economía en el 2022.
Los otros dos temas claves son el liderazgo y la estabilidad económica. Por un lado, existe un tema de liderazgo que debe estar acompañado por una definición de política. “Lamentablemente, hasta ahora no estamos viendo políticas económicas vinculadas al aumento PBI potencial”, acotó. Consideró que ya no se habla de la competitividad, sino que las políticas hasta ahora se han centrado en repartir dinero.
El otro punto, es la estabilidad económica, y para ello la parte fiscal resulta relevante. El también presidente del Consejo Fiscal dijo que se está creando una “ilusión fiscal” en la que el alza de precios de minerales está dándole ingresos al país, pero no se está aprovechando este contexto para reconstruir las cuentas.
“Así como hay un concepto de ilusión monetaria, en este caso hay un concepto de ilusión fiscal, que es lo que estamos viviendo ahora”, señaló.
¿Qué significa “ilusión fiscal”? Oliva explicó que probablemente las cifras fiscales agregadas van a lucir bien este y el próximo año, lo que va a crear la ilusión de que estamos teniendo una política fiscal prudente y sana, pero se esconden una serie de debilidades y problemas que no se están atacando.
“El Gobierno no nos dice cuál será la senda del déficit fiscal para los próximos años (…) Decía que es una ilusión porque gracias al aumento de los precios de los minerales, nos está “lloviendo dinero”, pero no estamos reconstruyendo la fortaleza fiscal que nos costó tanto construir en 20 años. Estamos desperdiciando un boom que no sabemos cuándo lo podamos volver a tener”, dijo.
