En Perú, el sector agrícola enfrenta una gran incertidumbre respecto a la implementación del Reglamento de la Unión Europea sobre Productos Libres de Deforestación (EUDR, por sus siglas en inglés). Aprobar esta legislación, en abril de 2023, significó un compromiso global para reducir la deforestación y proteger la biodiversidad. Sin embargo, nuestro país, donde la exportación de cacao y café representa una parte significativa de la economía, los pequeños productores aún desconocen cómo adaptarse a estas exigencias. Temen que las nuevas normas puedan poner en riesgo el comercio del 50% de su producción hacia mercados como Suiza y Alemania en 2025.
El desafío económico y logístico
La implementación de este reglamento ha generado preocupación entre los cafetaleros y cacaoteros de Perú, especialmente en las regiones más rurales. Muchos de ellos carecen de los recursos necesarios para cumplir con la normatividad, que exige inversiones en tecnología de georreferenciación y la contratación de personal capacitado para la recolección de datos. Según Álvaro Prado, gerente de la Cooperativa Agraria Villa del Triunfo, “nos están pidiendo que nuestra organización identifique y georreferencie el 100 % de las parcelas, algo que no todos pueden costear”.
El alto costo de implementar estos sistemas está afectando especialmente a los pequeños productores de cacao y café. La Asociación Peruana de Productores de Cacao (APPCACAO) calcula que el proceso de trazabilidad, que incluye la georreferenciación y el seguimiento de toda la cadena de producción, es financieramente inalcanzable para los pequeños productores. Aunque algunas regiones como San Martín han avanzado en la implementación de la georreferenciación, aún existen vastos sectores donde los agricultores no conocen la norma o no tienen acceso a la tecnología necesaria.
La nueva ley podría ser vista como un obstáculo para la exportación del cacao y el café peruano a mercados europeos, que en 2023 representaron aproximadamente el 30% de las exportaciones de estos productos. Los productores se enfrentan a un dilema económico: si no pueden cumplir con la normativa de trazabilidad y georreferenciación, sus productos no podrán acceder a estos mercados, lo que afectará gravemente su competitividad y su ingreso.
A pesar de estas dificultades, algunas organizaciones están trabajando para sensibilizar a los productores y ayudarles a adaptar sus prácticas. Anaximandro Rojas, presidente de APPCACAO, destacó en un evento reciente que “muchos productores aún desconocen la norma, y hay una gran brecha en el acceso a la información y los recursos para cumplirla”.
Ley antidesforestación de la UE: ¿De qué trata?
El Reglamento de la UE busca frenar la deforestación global vinculada a la agricultura. Productos como la palma aceitera, la soja, el cacao, el café y la madera están entre los principales causantes de esta problemática, según estudios realizados por el Parlamento Europeo. Para mitigar su impacto, la ley requiere que los productos que se exporten a Europa no provengan de tierras deforestadas después del 31 de diciembre de 2020. Además, los exportadores deben garantizar la trazabilidad completa de los productos, lo que implica proporcionar información detallada, como las coordenadas geográficas de las parcelas donde se cultivan.
La ley también establece que, además de cumplir con las leyes locales, los países exportadores deben asegurar el respeto a los derechos humanos y a los pueblos indígenas involucrados en la producción. Esto resalta la importancia de una agricultura más sostenible e inclusiva, que no solo proteja el medio ambiente, sino que también apoye el bienestar de las comunidades rurales.
La norma debía entrar en vigencia el 30 de diciembre de 2024 para grandes operadores y comerciantes y el 30 de junio de 2025 para micro, pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, el Parlamento Europeo decidió que este plazo será extendido un año más.
LEA TAMBIÉN: Unión Europea desmiente vínculo entre modificación de Ley Forestal en Perú y reglamento de cero deforestación