La adopción de tecnologías como monitoreo inteligente, automatización e inteligencia artificial se vuelve clave para que las empresas peruanas reduzcan su consumo energético, recorten emisiones de CO₂ y avancen hacia los objetivos del Net Zero 2050 sin comprometer su competitividad.

Perú apuesta por innovación para mejorar la eficiencia energética y enfrentar el cambio climático
Frente al aumento de la demanda eléctrica y la presión climática, sectores estratégicos en Perú incorporan soluciones tecnológicas para mejorar la eficiencia energética, optimizar costos y acelerar la transición hacia un modelo productivo sostenible.

Por Stakeholders

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La urgencia por reducir emisiones de CO2, contener el crecimiento del consumo eléctrico y cumplir con los compromisos del Net Zero 2050 está empujando a las empresas peruanas a transformar la forma en que gestionan su energía. Sectores como industria, telecomunicaciones, retail y data centers ya enfrentan una presión creciente por operar con mayor eficiencia y menor impacto ambiental.

En este nuevo escenario, la tecnología se consolida como un aliado estratégico. Soluciones de monitoreo inteligente, automatización e inteligencia artificial permiten optimizar el consumo energético, reducir costos operativos y mejorar la resiliencia de las organizaciones frente a una demanda eléctrica cada vez más exigente.

Las soluciones tecnológicas que están transformando a eficiencia energética en Perú

En este escenario, Antonio Montoya, gerente general de Infraestructuras S.A.C., advierte que la eficiencia energética ya no es una opción, sino una condición para la competitividad. “Las empresas necesitan datos, automatización y resiliencia. Sin estos tres pilares, es imposible hablar de eficiencia o sostenibilidad”, señala.

Entre las soluciones clave destaca el monitoreo y medición inteligente del consumo energético, a través de sensores, dispositivos IoT y plataformas digitales que permiten identificar excesos y oportunidades de ahorro en tiempo real. “Energía que no se mide, no puede ser controlada; por eso la digitalización es el punto de partida para cualquier estrategia energética seria”, enfatiza Montoya.

La automatización de sistemas críticos, como climatización e iluminación, permite optimizar operaciones, reducir desperdicios y disminuir los costos de mantenimiento. A ello se suma la analítica avanzada y el uso de inteligencia artificial, que facilitan el mantenimiento predictivo y la detección temprana de fallas. “Hoy podemos saber cuándo cambiar una batería, detectar comportamientos anómalos o alertar a los técnicos antes de una falla”, explica el especialista.

Otra tendencia clave es la preparación de la infraestructura para Smart Grids, que permiten integrar energías renovables y sincronizar distintas fuentes de suministro. “Los Smart Grids serán esenciales para enfrentar la crisis energética que se avecina y garantizar la continuidad de operaciones críticas”, sostiene Montoya. Complementariamente, medidas como el aislamiento térmico, la iluminación eficiente y la gestión inteligente de cargas aseguran ahorros con retorno de inversión comprobable.

Más allá de los beneficios económicos, la eficiencia energética se consolida como una herramienta estratégica frente al cambio climático. Mientras un dólar invertido en energías renovables reduce alrededor de 0.4 toneladas de CO₂, ese mismo monto destinado a eficiencia energética puede evitar hasta 2.2 toneladas.

En un contexto de urgencia climática, la adopción de tecnologías inteligentes posiciona al sector privado como un actor clave en la transición hacia un Perú más sostenible, resiliente y competitivo.

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