Por Stakeholders

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Un documento de la OIT y la Unicef describe el alcance y las características fundamentales del trabajo infantil hoy en día así como los cambios operados con el tiempo.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Unicef indicaron a través del informe “Trabajo infantil: estimaciones mundiales 2020, tendencias y el camino a seguir” que luego de la llegada de la COVID-19, el número de menores de edad que son sometidos a realizar trabajos forzosos y perjudiciales para su salud se ha elevado a 160 millones en todo el mundo.

En el informe publicado el pasado mes de junio las organizaciones indican que de cara a la reconstrucción de la crisis generada por el coronavirus, es imprescindible que los estados pongan a los Derechos Humanos de los más vulnerables, como los niños, en el centro.

Según la investigación, los progresos mundiales en la lucha contra el trabajo infantil se han estancado por primera vez desde hace dos decenios. Además,  los expertos advierten que, si no se adoptan medidas urgentes de mitigación, la crisis de la COVID-19 probablemente dé lugar a que muchos más millones de niños se encuentren en situación de trabajo infantil.

Trabajo infantil: cifras alarmantes

Las cifras que muestra el informe son alarmantes, pues 160 millones de niños (63 millones de niñas y 97 millones de niños) se encontraban en situación de trabajo infantil a nivel mundial a principios de 2020, lo que representa casi 1 de cada 10 niños en todo el mundo. 

Además, un total de 79 millones de niños, casi la mitad de todos los niños en situación de trabajo infantil, realizaban trabajos peligrosos que ponían directamente en peligro su salud, seguridad y desarrollo moral. De manera análoga, el porcentaje de niños que realizan trabajos peligrosos prácticamente no ha cambiado, pero aumentó en 6,5 millones en términos absolutos.

Regiones con peores resultados

África Subsahariana es la región donde se observan los peores resultados, ya que tanto el número como el porcentaje de niños en situación de trabajo infantil se han incrementado desde 2012. En la actualidad, hay más niños en situación de trabajo infantil en África Subsahariana que en el resto del mundo.

Asimismo, indica que aún en las regiones en las que se han registrado avances desde 2016, en particular Asia y el Pacífico, y América Latina y el Caribe, la COVID-19 podría revertir dichos avances.

En el informe se destaca también un aumento sustancial de la cantidad de menores de 5 a 11 años que trabajan, y que actualmente representan algo más de la mitad de todos los casos de trabajo infantil a escala mundial.

La cantidad de niños y niñas de 5 a 17 años que realizan un trabajo peligroso, por el cual se entiende todo trabajo susceptible de mermar su salud, seguridad o moral, ha aumentado en 6,5 millones desde 2016, hasta alcanzar 79 millones.

“Estamos perdiendo terreno en la lucha contra el trabajo infantil y el último año no ha facilitado nuestra labor. En este segundo año de confinamientos en todo el mundo las familias se ven obligadas a tomar decisiones muy drásticas. Instamos a los gobiernos y a los bancos internacionales de desarrollo a que den prioridad a las inversiones en programas que permitan a los niños salir de la fuerza de trabajo y regresar a la escuela, así como en programas de protección social que faciliten esa labor a las familias”, afirmó Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de Unicef.

Con información de Diario Responsable







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