Por Stakeholders
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Así como la pobreza aumentó en tiempos de coronavirus, la hambruna que sufren millones de personas en todo el mundo sigue ese mismo curso. António Guterres, Secretario General de la ONU, mostró su preocupación e hizo un llamamiento a trabajar para que más personas no sufran graves carencias de alimentos.
«Tengo un mensaje sencillo: si no alimentas a la gente, alimentas el conflicto. La hambruna y el hambre ya no tienen que ver con la falta de alimentos. Ahora son, en gran medida, provocadas por el hombre, y utilizo el término deliberadamente», señaló.
Para el titular de las Naciones Unidas, hay un vínculo muy estrecho entre la hambruna y la seguridad de los territorios. En ese sentido, precisó que en cerca de 30 países más de 30 millones de habitantes están a punto de caer en hambruna, lo que significa para ellas estar en un riesgo muy alto de muerte.
Por su parte, Linda Thomas-Greenfield, embajadora de Estados Unidos ante la ONU, instó ante el Consejo de Seguridad que todos los actores unan esfuerzos para solucionar esta crisis, la cual se ve profundizada aún más por la pandemia del nuevo coronavirus.
“No hay ninguna razón para no proporcionar recursos a quienes los necesitan urgentemente. En el mundo actual, la hambruna es causada por el hombre. Y si la causamos nosotros, significa que también tenemos que detenerla», dijo.
En estadísticas, a finales del año pasado se calculaba que más de 88 millones de personas padecían de hambre aguda debido a situaciones de conflictos e inestabilidad. En este 2021 se proyecta que esta cantidad aumente. Zonas como Sudán del Sur, Yemen, el Sahel, Afganistán y el Cuerno de África representan los lugares con mayor probabilidad.
Por ello, para “para evitar la catástrofe para unos 34 millones de mujeres, hombres, niñas y niños» de todo el mundo, Guterres pidió «una movilización urgente» para obtener 5500 millones de dólares en recursos adicionales con la finalidad de combatir este mal.
Gabriela Bucher, directora de Oxfam Internacional, fue incluso más allá porque mencionó que el problema no se acaba con las donaciones de dinero, sino que tiene relación con los países que suministran armas a los zonas de conflictos y provocan así más escasez de alimentos.
Ante el Consejo de Seguridad de la ONU, ella fue enfática al solicitar “un claro compromiso de acción, que garantice el acceso de la ayuda humanitaria en todas partes y que exija responsabilidades significativas a quienes cometan crímenes de hambruna».
Al mismo tiempo, António Guterres explicó que se está estableciendo un grupo de trabajo de muy alto nivel, el cual contará con la participación de entes internacionales como el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
