Por Stakeholders

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Este panorama forma parte de la baja tasa de empleabilidad que viene experimentado la región en general, la cual se aproxima a un 24 % en los tres primeros meses del presente año.

Recientemente la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dio a conocer que la tasa de desempleo para jóvenes de 15 a 24 años en América Latina y el Caribe ha sido de un 23,8 % en el primer trimestre del 2021. El porcentaje es el más alto desde el 2006, año en el que se comenzó  a registrar este indicador.

El desempleo juvenil es una clara muestra de los efectos negativos que la pandemia está trayendo para este grupo etario, mencionaron desde el organismo, escenario que finalmente termina por afectar su futuro y, por supuesto, el de toda la región.

La OIT también reportó que en los primeros tres meses del año solo el 45,6 % de la fuerza laboral del mercado correspondió a los jóvenes, considerando todas las edades. Es decir, significa que entre dos a tres millones de ellos no han tenido algún tipo de empleo debido a la baja oferta laboral.

En ese sentido, Vinicius Pinheiro, director para Latinoamérica y el Caribe de la OIT, manifestó su preocupación  al respecto e instó a llevar a cabo iniciativas que conlleven aumentar la empleabilidad de los jóvenes, de tal forma que también así se reduzcan las consecuencias negativas en el futuro próximo.

“Esta generación ha experimentado los impactos del COVID-19 en muchas áreas: la interrupción de sus programas educativos o de formación y las actividades de puente hacia el mercado de trabajo (aprendizaje y pasantías), la pérdida de empleo y de ingresos, y la perspectiva de enfrentar mayores dificultades para encontrar una ocupación en el futuro”, indicó la autoridad.

Mejores políticas, educación y capacitación

Pinheiro extendió su análisis al referirse sobre que estas cifras afectan a otros campos de la sociedad, donde entre las posibilidades está que se “afecte la gobernabilidad a diversos niveles”. Hay antecedentes y es que, como se vio en las protestas a lo largo de la región, muchos jóvenes están dispuestos a hacer valer sus derechos.

“Después de una crisis feroz que ha dejado a muchas personas sin esperanzas, ya hemos visto cómo en algunos lugares esos jóvenes vuelven a salir a reclamar un porvenir”, manifestó.

Para poder afrontar esta crisis, el representante de la OIT señaló que es fundamental usar todas las políticas necesarias para estimular la contratación de jóvenes, lo que implica asistir en esto a las empresas y los emprendedores. También indicó que la educación y la capacitación serán vitales, más aún en un contexto en el que prevalece lo digital.

“Aunque la demanda de empleo comience a ser más favorable debido a un mayor dinamismo económico, las oportunidades de trabajo para los jóvenes continuarán muy restringidas”, dijo sobre las expectativas para los próximos años.

Con información de ONU Noticias.







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