- Diferentes ciudades de Latinoamérica como Lima, Quito, Bogotá y Ciudad de México se han ganado un lugar entre los viajeros del mundo.
Ostelea, Escuela de Management en Turismo, realizó una radiografía del turismo urbano en América Latina, donde se destaca que la región se encuentra viviendo una etapa de transformación de sus principales centros urbanos, los cuales están siendo observados y presentados como ciudades turísticas: la intensa urbanización, el aumento demográfico y las funciones terciarias estarían entre sus principales características.
Además, el análisis destaca las nuevas formas de ‘movilidades’, así como la residencia temporal de extensos grupos de población a nivel global, determinada e impulsada por el desarrollo y puesta en marcha de nuevas infraestructuras como los sistemas de transporte, el aumento las clases medias, el impulso a políticas públicas y los convenios internacionales, que han facilitado significativamente la movilidad de personas y capitales. Todo esto tiene una impronta muy importante sobre la cuestión turística de Latam.
Al respecto, José Mansilla, Docente de Ostelea, destacó: “El turismo es un fenómeno que se caracteriza por la transformación y transfiguración de escenarios existentes. Su vertiente urbana representa la última frontera de unas prácticas que se han ido desplazando, con el paso del tiempo, las tradicionales ubicaciones atractivas del sol y la playa, hacia unas urbes que se han revelado como potenciales destinos turísticos. De este modo, se han reconfigurado, según una funcionalidad sobrevenida, aportando nuevos servicios y productos para adaptarse a nuevas miradas interesadas en la cultura urbana, los elementos patrimoniales, los servicios y las actividades terciarias”.
En el contexto latinoamericano, el sector turístico representó una contribución directa al PIB de la zona de 127,4 miles de millones de dólares (3,1% del PIB) solo en el 2017. Esta misma contribución se espera que alcance los 179,7 miles de millones de dólares en el 2028, es decir, un incremento de más de 41% en diez años. Estas cifras denotan la importancia que la industria podría llegar a alcanzar para el continente.
Ostelea resalta que Perú y Lima ya alcanzaron una posición como destino turístico relevante, lo cual -según las proyecciones realizadas por la consultora internacional Euromonitor- hará que Lima alcance los 3.1 millones de turistas para el 2025, representando un sustancioso incremento del 21% desde el 2018.
En consonancia con el incremento en el número de visitantes, la planta de alojamientos en Lima ha aumentado de forma relevante. El número de habitaciones en establecimientos de hospedaje en la capital de Perú pasó de casi 70 millones en el 2016 a 72 millones en solo dos años, es decir, incremento de 4,1%.
El análisis destaca los principales atractivos de la ciudad, según TripAdvisor: Museo Larco, el Círculo Mágico del Agua, Miraflores, Barranco, Huaca Pucllana, la Plaza de Armas, el Centro Histórico, el Malecón de Miraflores, la Iglesia y Convento de San Francisco y, para finalizar, Pachacamac.
Entre los desafíos más importantes a superar -en sintonía con otras ciudades turísticas de la región- están las mejoras en seguridad, definición de marcos regulatorios propios para la creación de empresas turísticas y acciones para la atracción de inversión en equipamientos e infraestructuras que incrementen la conectividad de los destinos.
Así mismo, se debe trabajar para seguir alienando la oferta a los turistas en América Latina que buscan experiencias auténticas y personalizadas, algo que ha conducido al sector a una fuerte diversificación de los destinos y de las empresas vinculadas.
En general, hay motivaciones de los turistas en América Latina que se deben tener en cuenta para los planes gubernamentales de turismo, donde el ocio sigue siendo la prioridad, pero el trabajo, congresos y convenciones, ganan un espacio destacable:
Para concluir, Mansilla, indicó: “La vocación turística de las ciudades de este continente ha mostrado rasgos bien diferentes de la evolución por emplazamientos de ciudades como Paris, Berlín, Ámsterdam, Roma o Barcelona. Acá, los factores que han determinado su urbanización han surgido como respuesta a elementos altamente diferenciales. Entre algunos elementos se destacan la relativa juventud del continente; su generación casi simultánea; y el hecho de no ser resultado de asentamientos espontáneos en respuesta a necesidades económicas, sino fruto de una planificación previamente determinada en base a diferentes motivaciones”.