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México intensificó su imagen de líder del cambio climático en diciembre de 2008, cuando anunció que su objetivo era reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 50% por debajo de los niveles de 2002 para el año 2050.

En la actualidad, el país se embarca en una estrategia global para reducir las emisiones y el empleo de energía y al mismo tiempo colocar a la economía mexicana en el camino hacia el crecimiento con bajo nivel de emisiones de carbono.

El plan recibirá un estímulo de US$500 millones de un nuevo Fondo para una tecnología limpia respaldado por ocho gobiernos, cuya gestión está en manos del Banco Mundial y es administrado mediante el Grupo del Banco Mundial y otros bancos multilaterales de desarrollo.

México es uno de los primeros países en beneficiarse del fondo de US$5.200 millones, que provee subsidios y financiamiento a bajas tasas de interés para poner a prueba y ampliar el uso de las tecnologías con bajo nivel de emisiones de carbono, además de efectuar otros cambios que permitan reducir la contaminación y el uso de energía.

Durante la celebración del Día Mundial del Medio ambiente el 5 de junio en México, el presidente Calderón puso en marcha el Programa Especial de Cambio Climático (PECC). Al igual que todos los programas de gobierno, el PECC es considerado parte del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2007-2012 y, en particular, parte del pilar de sostenibilidad ambiental del PND. El PECC establece un escenario de desarrollo con bajo nivel de emisiones de carbono para México, identificando las prioridades y fuentes de financiamiento locales e internacionales.

“México reconoció que los efectos del cambio climático tendrán un fuerte impacto en ese país”, dijo Ricardo Ochoa, presidente de la Unidad de Asuntos Internacionales del Ministerio de Hacienda. “La buena noticia es que México decidió actuar en consecuencia. Esto significa que, a pesar de no contribuir significativamente en el nivel mundial de emisiones de gases de efecto invernadero, desea enviar la señal de que es importante tomar medidas”.

La estrategia compromete a todos los sectores de la economía, pero los US$500 millones del Fondo para una tecnología limpia aprobados en enero intensificarán los esfuerzos del país con respecto a la consecución de un transporte urbano más limpio, el uso eficiente de la energía y el desarrollo de energías renovables, en especial de energía eólica.

El plan de transporte urbano podría alterar las características económicas

El plan de transporte urbano tiene el potencial de alterar las características generales de la economía mexicana, dado que el 75% de los mexicanos vive en zonas urbanas donde se produce la mayor parte del crecimiento económico, según el plan de inversiones del FTL para México.

Se cree que el transporte es responsable del 18% de las emisiones de gases de efecto invernadero de México y ocupa el segundo lugar como fuente de emisiones después de la generación de energía. Sin duda, las emisiones del transporte mexicano aumentaron un 27% entre 1990 y 2005 y en la actualidad representan el 2% de las emisiones de gases de efecto invernadero del sector de transportes en todo el mundo (Transporte y clima. Banco Mundial, 2007), mientras continúa creciendo a una tasa anual del 2%.

El plan consiste en desplazarse hacia sistemas eficaces de autobuses de tránsito rápido y trenes ligeros con bajo nivel de emisiones de carbono, retirando los autobuses antiguos y reemplazándolos por otras alternativas con bajo nivel de emisiones, tales como los vehículos híbridos.

Gustavo Saltiel, líder del sector de Desarrollo Sostenible del Banco Mundial en México, dijo que el programa promueve la penetración en el mercado de tecnologías de transporte de bajo nivel de emisiones de carbono, ya que los operadores locales no comprarían autobuses de este tipo porque el gasto no se justificaría fácilmente por la situación actual del mercado, dijo Saltiel.

El financiamiento del FTL ayudará a las ciudades a conseguir los autobuses sin tener que transferir a los usuarios el costo adicional de la adquisición. Además, el FTL ayudará en la compra de autobuses antiguos y en la implementación del proceso de desecho.

El plan, que tendrá un costo aproximado de US$ 2.400 millones, recibirá US$200 millones del FTL y US$600 millones del Banco Mundial.

Se tomará como modelo el exitoso corredor de autobuses de tránsito rápido de la ciudad de México, financiado parcialmente con la venta de créditos de reducción de emisiones a países industrializados en el marco del Mecanismo para un desarrollo limpio.

El financiamiento con bajas tasas de interés del Fondo para una tecnología limpia es especialmente importante como incentivo para que los municipios retiren los autobuses antiguos de las rutas, dijo Saltiel, y agregó que, en general, "fue un importante catalizador" en la toma de decisiones respecto de los gastos en el cambio climático.

“El dinero dio gran impulso al compromiso de donar recursos y facilitó en gran medida la toma de decisiones”.


Se anticipa un aumento de la eficiencia energética y de la energía hidroeléctrica y eólica

El dinero del FTL impulsará también los esfuerzos para lograr el desarrollo de energías renovables, particularmente de pequeños sistemas hidroeléctricos e instalaciones de energía eólica, que prometen crear cientos de miles de nuevos empleos con el tiempo, según el plan de inversiones del FTL.

Mientras que el 22% de la energía producida en México proviene de recursos hidroeléctricos, el sector eólico se encuentra virtualmente desaprovechado, aportando solamente un 7% de la generación de electricidad de México. Las leyes recientes que establecen los objetivos y políticas para la energía renovable ofrecen una oportunidad para acelerar el desarrollo de la energía eólica en el país.

Una de las zonas más promisorias para la generación de energía eólica en América Latina es el estado de Oaxaca, donde hay varios proyectos en curso, dijo Saltiel. El proyecto La Venta III es una de estas iniciativas y cuenta con el respaldo del Banco Mundial por medio de un subsidio de US$50 millones proveniente del Fondo para el Medio Ambiente Mundial. El subsidio fomentará el desarrollo de energía eólica al subsidiar parte del costo del proyecto, eliminando de esta manera uno de los impedimentos clave para el desarrollo de este tipo de energía, que es su falta de competitividad económica.

En este sentido, el dinero del FTL respaldará el desarrollo de proyectos de energía eólica en gran escala con una capacidad de 500 megavatios en Oaxaca y de pequeños proyectos de energía hidroeléctrica con una capacidad estimada de 325 megavatios.

Con respecto a la eficiencia energética, el Fondo para una tecnología limpia ayudará a ampliar un programa que comenzó en la década de 1990. Más del 20% del consumo nacional de energía podría reducirse a través de la eficiencia energética.

El 27% de la energía es utilizada por la industria, y a fin de reducir esta cifra, la estrategia propone reemplazar al menos 35.000 motores eléctricos por motores eficientes de velocidad variable, modernizar la industria de la tortilla por medio de la sustitución de equipos obsoletos de uso intensivo de la energía por aparatos con eficiencia energética e incorporar iluminación eficiente y calentadores de agua solares en las instalaciones de producción.

Los programas alentarán también la adopción de nuevas tecnologías por parte de las industrias con emisiones elevadas de carbono, como las del cemento, el acero, el vidrio y los metales.

Además, el financiamiento del FTL se utilizará para ofrecer beneficios e incentivos económicos a los consumidores para la compra de aparatos y equipos con eficiencia energética.

Fuentes:
Contenido: Banco Mundial
Imagen/Foto: www.otromundoesposible.net







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