Por Stakeholders

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Usted conoce a más de uno y sabe que los hay de varios tipos, desde el mas zafio…

  
Usted conoce a más de uno y sabe que los hay de varios tipos, desde el mas zafio y vulgar hasta el más fino y reconocido.

Sin embargo, tristemente, todos tienen algo en común. Se aprovechan de la Responsabilidad Social de las Empresas (RSE) en su propio beneficio, sin vergüenza ninguna, como hace tiempo se aprovecharon del Gobierno Corporativo, la Calidad, o cualquier otro tema en el que pudieran "rascar" de las empresas.

Los ladrones de la RSE suelen exigir responsabilidad a los demás mientras se sirven de sus entidades para chantajear, trepar y hacer chanchullos en su propio beneficio.

Los ladrones de la RSE son elegantes, algunos llevan traje a rayas, de marca, como Al Capone o lucen sus insostenibles lujos… mientras se les llena la boca de sostenibilidad.

Los ladrones de la RSE no trabajan, plagian o especulan y se aprovechan de la buena fe de los demás. Mientras, son manifiestamente irresponsables en la gestión de sus instituciones y empresas.

Los ladrones de la RSE se vanaglorian de ser responsables. No lo son ni ante sus empleados, proveedores, clientes…, ni por supuesto ante la Ley. Es más, si pueden, se sirven de sus tinglados para presionar a los demás en su propio beneficio.

Los ladrones de la RSE son lobos con piel de cordero que se aprovechan de la buena voluntad de la gente para enternecer su corazón y darles un zarpazo mortal.

Los ladrones de RSE plagian o cambian de opinión cuando conviene, pero no importa, lo importante es hacer caja y figurar.

Los ladrones de la RSE, en su tránsito por estas lides, arruinan la vida de muchas personas a las que engañan con sus grandilocuentes palabras, que lanzadas desde un púlpito "responsable" cobran visos de legitimidad.

Los ladrones de la RSE tienen la una extraña capacidad de hacernos sentir impuros mientras sueltan su verborrea sobre la sostenibilidad y la necesaria transparencia. Esa misma transparencia que queda demolida al mirar el Registro de Aceptaciones Impagadas (RAI) donde se ven sus pleitos, sus deudas y sus constantes incumplimientos ante todos sus grupos de interés, ante la sociedad.

Nos quejamos habitualmente de que las empresas no son responsables, sin embargo, motu proprio o porque lo exige la ley cada vez lo son más. Con los ladrones de la RSE es distinto, ellos utilizan la ley y el miedo en su propio beneficio, les da igual la responsabilidad social.

En definitiva, si conoce o financia a alguno de estos tipejos aléjese, su reputación corporativa,  su integridad moral, económica e incluso física peligra.

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Contenido: http://www.diarioresponsable.com







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