De acuerdo con algunas investigaciones la contaminación lumínica podría favorecer la aparición de algunos tipos de cáncer.

Night panorama of Hong Kong. City with illuminated high-rise buildings, roads and football fields

Por Stakeholders

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La exposición a la luz nocturna daña el sistema visual, altera la fisiología circadiana y, sobre todo, el sueño, de acuerdo con diversas investigaciones publicadas en la revista científica Science. La investigación también señala que los efectos adversos de la contaminación lumínica podrían guardar relación con varias enfermedades crónicas. 

De acuerdo con un estudio publicado en 2016, al menos el 83% de la población mundial presencia cielos nocturnos contaminados con luz artificial. Además, el brillo en la Tierra viene aumentando 9,6% cada año, desde hace al menos una década. Esto refleja que nos estamos quedando sin noche, situación que perjudicará nuestra salud.

El principal problema tiene que ver con la melatonina. Hormona que hace las veces de nuestro reloj biológico. El organismo humano incrementa su producción y liberación al anochecer y reduce su nivel de día. Es así como, induce el sueño y la vigilia.

Un experimento realizado con 100 personas confirmó que los fotorreceptores de la retina se encargan de activar o detener la liberación de esta hormona. Esto, según la luz que perciban. El estudio finalizó señalando que el exceso de iluminación artificial está vinculado con la supresión de melatonina. De manera que el organismo siente que aún es de día.

La alteración de la Melatonina daña el ritmo circadiano. Se trata del ciclo natural de cambios físicos, mentales y de comportamiento que experimenta el cuerpo en un ciclo de 24 horas. Esta situación compromete también la microbiota intestinal.

Por otro lado, investigadores de la Universidad Nacional de Taiwán publicaron en 2022 los resultados de un experimento que hicieron con ratones. Detectaron que, al exponerlos a luz artificial durante la noche, su microbiota intestinal se alteraba. Este tipo de cambios suele dañar el metabolismo, el desarrollo del cerebro y está relacionado con enfermedades neurodegenerativas.

El cáncer también es uno de los peligros. La Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC), que pertenece a la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya había advertido en 2007 que el trabajo por turnos que implica una disrupción del ritmo circadiano era considerada como probable carcinógeno.

Por su parte, el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) realizó otro análisis que correlaciona la sobreexposición a la iluminación artificial, especialmente la luz de las lámparas LED, con cáncer de mama y próstata. 







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