En la Conferencia Climate Bonds CONNECT 2023 América Latina y el Caribe se presentó un informe sobre el estado de los llamados “bonos verdes”. El año pasado, el enfoque principal de inversión en la región fueron las energías renovables.
Una de las noticias que más ha destacado a nivel mundial, han sido las olas de calor extremas en Estados Unidos, Europa y Asia. Los días con récords de temperatura históricos en estos países serán cada vez más frecuentes conforme el mundo se calienta.
Aunque el compromiso que adquirieron los países en 2015 con el Acuerdo de París era limitar el aumento de la temperatura para 2100 a 1,5 °C por encima de niveles preindustriales, es probable que ese aumento de temperatura venga mucho antes.
Durante la Conferencia Climate Bonds CONNECT 2023 América Latina y el Caribe, que se llevó a cabo en Bogotá, expertos del sector financiero y ambiental se reunieron para discutir el rol de las finanzas en la mitigación y adaptación del cambio climático, y la transición energética.
Asimismo, Climate Bonds Initiative (CBI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presentaron el informe “Estados del Mercado de Finanzas Sostenibles en América Latina y el Caribe 2022″. Este documento revela el panorama de bonos verdes, sociales y sostenibles en la región, hasta diciembre de 2022.
De acuerdo con CBI, los bonos verdes hacen mención a “instrumentos de deuda que se utilizan para financiar proyectos, activos y actividades que apoyan la adaptación y mitigación al cambio climático”. Estos bonos pueden ser emitidos por gobiernos, bancos y corporaciones, y funcionan como cualquier otro tipo de bono.
En conclusión, si algún individuo, empresa, organización o incluso gobierno quiere invertir en una iniciativa con un impacto ambiental positivo, como impulsar las energías renovables o reducir la contaminación en algún lugar, puede comprar un bono verde. A cambio, quien sacó el bono le devuelve el valor total del préstamo, más algunos intereses, durante el período del préstamo.
A finales del 2022, el nuevo informe descubrió que, en América Latina y el Caribe, la emisión de todos los tipos de bonos ascendió a una inversión de US $41.000 millones. A diferencia de otras regiones del mundo, explicó Sergio Ramírez, oficial de Inversión del BID, esta es la región con mayor participación de este tipo de instrumentos, pues representan el 25% de la deuda total emitida en 2022.
En general, Ramírez resaltó algunos de los retos y claves que tienen los bonos verdes en América Latina. El primero de ellos el mejorar el desarrollo del mercado de capitales, para que pequeñas o medianas empresas cuenten con acceso a este mercado.
Por otro lado, está el desarrollo de políticas públicas, por medio de incentivos regulatorios o fiscales, para promover la inversión en iniciativas que den pie a una “transición sostenible”, resaltó Ramírez