Los países latinoamericanos que registran el mayor número de conflictos son los de más desigualdades sociales y gobiernos con una capacidad limitada para gestionar la agitación.
Así lo sostiene un informe divulgado hoy por el Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD).
El estudio revela que las tensiones sociales, institucionales y culturales son numerosas en Latinoamérica, comparada con otras regiones, y se caracterizan por una alta participación ciudadana.
Durante el periodo analizado por el PNUD –de octubre de 2009 a septiembre de 2010 – Bolivia, Perú y Argentina fueron los países con más conflictos sociales (más de 200 cada uno), mientras que los de menores situaciones de tensión fueron Costa Rica, Chile y El Salvador, con 58 cada uno.
Entre esos conflictos no se incluyen los asociados con el crimen organizado, el narcotráfico, los movimientos guerrilleros o las guerras, aclaró el PNUD.
El director para la región de esa agencia de la ONU, Heraldo Muñoz, consideró que las democracias, al contrario de los gobiernos autoritarios, permiten que los conflictos sociales formen parte de los procesos políticos y se conviertan en herramientas constructivas para los pueblos.
“Si se gestionan mediante el diálogo y la negociación y si se abordan sus causas, los conflictos sociales son oportunidades de transformaciones profundas para una América Latina más equitativa y justa”, apuntó Muñoz.
El PNUD destacó la reducción de la pobreza y la desigualdad en la región en la última década y subrayó el acceso a la tecnología de millones de personas que han obtenido más educación y participan en las redes sociales.