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Con éxito culminaron los trabajos de instalación de la primera estación hidrometeorológica que permitirá generar información para el monitoreo del comportamiento del nevado Huaytapallana en Junín, con la finalidad de tener un mejor conocimiento sobre la respuesta de los glaciares frente al cambio climático.

La información meteorológica e hidrológica a ser generada será de utilidad para la planificación y el diseño de medidas de adaptación al cambio climático, en especial con relación al uso y la gestión de los recursos hídricos.

La estación ha sido instalada a más de 4,670 msnm y cuenta con instrumental necesario para el monitoreo completo de un glaciar, adecuado para climas extremos, lo cual permitirá evaluar el ritmo de deshielo del nevado que está situado en la cordillera oriental de los andes centrales y que aporta el mayor volumen de agua al río Shullcas, principal fuente hídrica de Huancayo.

Para tal efecto, representantes del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología – SENAMHI, la Autoridad Nacional del Agua – ANA, el Proyecto de Adaptación al Impacto del Retroceso Acelerado de Glaciares en los Andes Tropicales – PRAA y CARE (como socio estratégico del PRAA) se trasladaron hasta la zona para supervisar los trabajos de instalación de la estación meteorológica, que se llevaron a cabo del 23 al 30 de noviembre.

El equipo, que será operado por el SENAMHI, es una contribución del proyecto PRAA que es implementado en Perú, Ecuador y Bolivia por los Ministerios del Ambiente de los tres países con recursos del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, por sus siglas en inglés) y con fondos del gobierno japonés.

Entre las principales líneas de acción del PRAA está incorporar los impactos del retroceso glaciar en la planificación regional y local, así como elaborar un plan de gestión integrada de los recursos hídricos en la subcuenca del Shullcas.

Asimismo, el proyecto busca promover la implementación de medidas piloto de adaptación al cambo climático en esta subcuenca, incluyendo la recuperación de suelos en las zonas altoandinas; mejorar la gestión del agua para uso agrícola, a través del riego tecnificado, las buenas prácticas agrícolas y los cultivos alternativos; mejorar la eficiencia del uso de agua en las zonas urbanas; y promover la prevención de los desembalses y los aluviones de las lagunas glaciares.

Fuente: Ministerio del Ambiente








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