El cambio climático, el uso de inteligencia artificial y los cambios de poder contribuyeron a una perspectiva global negativa hacia el futuro. 

Por Stakeholders

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El reporte de Riesgos Globales 2024 revela los hallazgos de la Encuesta de Percepción de Riesgos Globales, que examina los riesgos a corto, mediano y largo plazo. Su objetivo es brindar a los tomadores de decisiones una visión completa del futuro para poder balancear las crisis actuales y las prioridades futuras, y así desarrollar políticas públicas que minimicen estas amenazas. En 2023, la polarización y los conflictos regionales plantearon desafíos importantes para los líderes mundiales. 

El cambio climático, el uso de inteligencia artificial y los cambios de poder contribuyeron a una perspectiva global negativa hacia el futuro. Según la encuesta hecha por el Foro Económico Mundial (WEF), 54% de los participantes prevé inestabilidad y catástrofes globales en los próximos dos años, con una perspectiva aún más sombría para la siguiente década.

Este reporte anual evalúa y analiza los principales riesgos globales que podrían perjudicar al mundo en un futuro cercano. El informe, además de identificar y ordenar los riesgos encontrados en la encuesta, divide intereses entre gobierno, sociedad civil, academia y el sector privado. Igualmente, clasifica los riesgos en corto y largo plazo para brindarle más información a los gobiernos y tomadores de decisiones. 

El Foro Económico Mundial destaca cuatro ejes estructurales que definen los riesgos globales para la próxima década. El cambio climático permanece como la principal amenaza en perspectivas a corto, mediano y largo plazo, con eventos climáticos extremos, especialmente influenciados por el ciclo de El Niño, se anticipa que esto sea un detonador de crisis significativas, provocando migraciones masivas y alteraciones geográficas en el largo plazo que podrán modificar el balance global.

La segunda fuerza estructural es la bifurcación demográfica, que aborda la polarización social y sus impactos en el desarrollo global. Este fenómeno, unido a una recesión económica, son identificados como riesgos altamente interconectados y, por ende, de gran influencia en la red de riesgos globales, acarreando consigo múltiples consecuencias.

El tercer eje aborda la aceleración tecnológica y los cambios que esta generará en el mundo. El reporte explica que el desarrollo de la inteligencia artificial está impulsado por intereses comerciales y geopolíticos en vez del interés público. Esto podría resultar en una brecha digital entre países de altos y bajos ingresos por los beneficios que las transformaciones digitales van a causar en la productividad económica, finanzas, clima, educación y atención médica.

En cuanto al cuarto eje, se centra en los cambios geoestratégicos, marcando una evolución en la concentración del poder geopolítico que anteriormente estaba centrado en Estados Unidos. Estas transformaciones ejercen una considerable influencia en los conflictos regionales actuales, ya que muchos de ellos han adquirido dimensiones internacionales. Además, se presentan desafíos con actores no estatales, como los carteles del crimen organizado.

La amenaza transversal de la propagación de desinformación, acentuada por el uso de la inteligencia artificial, se destaca como una preocupación significativa, especialmente ante las elecciones de 2024 que involucrarán a más de 3 mil millones de personas a nivel mundial, lo que aumenta la susceptibilidad a la manipulación de información y pone en riesgo la legitimidad de los gobiernos. Esta diseminación de contenido falso no solo puede exacerbar las divisiones sociales e incrementar las protestas a nivel global, sino que también podría intensificar la represión de información como medida para controlar las «fake news».







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