El Fondo Mundial Ambiental (GEF) suma un nuevo aliado en su búsqueda de ejecutar acciones con el fin de adaptar la agricultura al cambio climático en los países de Latinoamérica y el Caribe.
En ese sentido, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) se puso a disposición del organismo para colaborar con las estrategias previstas en la región, especialmente en un momento delicado como es el de la pandemia por el COVID-19.
Manuel Otero, director general del IICA, mencionó los retos que tiene pendiente el sector y algunos avances considerados. “Buscamos ofrecer soluciones a retos actuales de la agricultura, como atraer a jóvenes profesionales al sector e impulsar un mayor uso de herramientas tecnológicas; pero, por ejemplo con la Casa Típica Rural, también procuramos mostrar nuestras raíces, porque para entender hacia dónde vamos tenemos que saber de dónde venimos”, señaló.
Por otra parte, Carlos Manuel Rodríguez, nuevo jefe del GEF y también ministro de Ambiente y Energía de Costa Rica, acompañó a Otero en un recorrido virtual a algunos proyectos del IICA, a la vez que valoró el compromiso de esta institución en las iniciativas que van a llevar a cabo en alianza, todo con el propósito de fortalecer el sector de la agricultura de la mano de una mayor designación de recursos e innovación en beneficio de los países que más lo necesitan.
De esta manera, visitaron virtualmente proyectos del IICA como el Centro de Interpretación del Mañana de la Agricultura, el Fab Lab y la Casa Típica Rural. Sobre la alianza, Rodríguez enfatizó la importancia de que el IICA “pueda liderar iniciativas que lleguen al nivel finca y hacer una valoración integral de los sistemas productivos y el buen uso de los suelos”.
Agenda de proyectos
Por su lado, Otero también mencionó algunos posibles aspectos de colaboración, entre los que se encuentran participar en la agenda ejecutora de proyectos para la difusión e intercambio de información, con el objetivo de fomentar la cooperación en toda la región de forma accesible. Otros puntos en los que esta alianza puede trabajar consisten en la ejecución de acciones concretas en el manejo y recuperación de suelos, buenas prácticas agrícolas y servicios ambientales.
En el marco de este convenio, se reconoció además algunas flaquezas en la agricultura, las cuales tienen relación con una falta de visión integral en el sector. Por ejemplo, la diferenciación existente cuando se aborda el ambiente o conservación, y la agricultura o producción.
En esa línea, Rodríguez consideró que “la adaptación ha sido una agenda menos atractiva que la mitigación, pero para el agro la adaptación basada en ecosistemas es una prioridad”.
Finalmente, agregó que esto hace que sea incesante mejorar las políticas públicas al respecto, para así contemplar adecuadamente los problemas que hay en la actualidad y que, más aún en el contexto de la pandemia, requieren unir esfuerzos y desplegar buenas estrategias en la región.