Por Stakeholders

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Preocupante. El estudio “Cuidados en América Latina y el Caribe en tiempos de COVID -19” predice que las mujeres serán seriamente afectadas en cuestión de igualdad género para fines del 2020. A través de encuestas realizadas en hogares de varios países,  se calcula que la tasa de pobreza en las mujeres llegaría hasta 37.4%, por ejemplo.

El informe fue realizado por la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Este también menciona que el crecimiento de la pobreza en las mujeres, de llegar al porcentaje previsto, variaría en 22% en comparación al 2019 y significaría que cerca de 118 millones de mujeres se hallen en este estado. 

Otro aspecto resaltante es la encasillamiento del trabajo de las mujeres en actividades específicas como el cuidado del hogar. Asimismo, el gran porcentaje de ellas en el sector informal y de bajos ingresos, lo que deviene en una mayor vulnerabilidad para su futuro. En esa línea, la tasa de desempleo está prevista para 15.2%, seis puntos porcentuales mayor a la del 2019. 

“A pesar de su importancia, este trabajo sigue siendo invisibilizado, subestimado y desatendido en el diseño de políticas económicas y sociales en América Latina y el Caribe. Como reflejo del estereotipo de la feminización del cuidado, en el ámbito del trabajo de cuidados remunerados, las mujeres también están sobrerrepresentadas en estos empleos caracterizados en general por una baja remuneración y condiciones laborales precarias”, detalla Julio Bango, consultor de la Oficina Regional para las Américas y el Caribe de ONU Mujeres y encargado de este informe.

Por otro lado, el rol de la mujer frente a la pandemia por el nuevo coronavirus es gravitante. Frente a situaciones como el cuidado de los menores o adultos mayores, las trabajadoras del hogar representan también un sector que se verá afectado con miras a fines del presente año. Sin embargo, el contexto en el que se desenvolvían ellas antes de la crisis ya era precario. Así lo entiende Julio Bango.

“Lo anterior se debe, entre otras razones, a la situación de precariedad en el empleo que presenta este sector, caracterizado por bajos salarios y falta de prestaciones sociales para su supervivencia y el sostenimiento de sus familias ante situaciones de despidos o frente a la reducción de sus ingresos”, sostiene.

Mejorar condiciones de trabajo

Según el representante  de la ONU Mujeres, las mujeres dedican el triple de tiempo a trabajos de cuidado en comparación con los hombres en Latinoamérica. Además, durante el confinamiento se ha ampliado las ofertas laborales de este tipo, haciendo que sea indispensable mejorar las condiciones de trabajo en el sector.

En el informe se menciona que “los cuidados remunerados y no remunerados son fundamentales para el sostenimiento cotidiano de la vida y el funcionamiento del sistema económico, pero no deben continuar operando sobre las bases que sustentan y profundizan las desigualdades de género y limitan el empoderamiento de las mujeres”.

De este modo, la ONU y el CEPAL hacen un llamado a que se implementen procedimientos y políticas para salvaguardar el derecho de las personas, hombres o mujeres, que se desempeñan en este rubro.







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