Por Stakeholders

Lectura de:

José Carlos Machicao, PMP, MSc

Gerente de GestioDinamica EIRL (www.gestiodinamica.com)

Digamos que, en una empresa cualquiera, empleamos 100MJ de energía para producir 500 unidades vendibles del producto típico de esta empresa, arrojando un indicador de eficiencia energética de 5 unidades por cada MJ utilizado. A los pocos días de haceresta medición, la empresa publica una nueva política de promoción de la eficiencia energética, que dice que se debe elevar la eficiencia energética en un 10%. En la siguiente medición efectivamente se descubre que sólo se usaron 90MJ para producir 500 unidades vendibles, con lo cual es posible afirmar que el indicador de eficiencia energética subió a 5,6 unidades por cada MJ utilizado.Cuando se les pregunta cuánto dinero costó la implementación de la mejora, los ingenieros responden que gastaron 300 soles implementando la mejora. Los directivos entusiasmados actualizan la política de eficiencia energética y dicen que esta vez se haga un incremento de 20% de la eficiencia energética, esperando que esto cueste aproximadamente 600 soles. Alguien muy perspicaz entre los directivos advierte que el monto puede quedarse corto así que previenen 1000 soles en lugar de 600.

Muy entusiasmados, tanto los técnicos como los directivos esperan con ansias el siguiente reporte y efectivamente el reporte dice que ahora se puede producir hasta 7 unidades por cada MJ utilizado. Con mucho agrado, ya casi al final de la reunión, un directivo pregunta ¿cuánto costó la implementación de este 20% adicional de eficiencia energética? Uno de los técnicos, con un poco de vergüenza responde: 8 mil soles. Un pequeño escándalo se desencadena en ese momento en la sala de reuniones y todos se preguntan cómo es posible que se gaste tanto, si el costo previsto era de 1000 soles. Los técnicos afirmaban que la política era muy clara y que especificaba que debía incrementarse la eficiencia energética a como dé lugar un 20% adicional. Luego de largas discusiones, se logra averiguar que el monto adicional (7 mil soles) había salido de un programa de perfeccionamiento de calidad del producto, que ahora ya no podía implementarse. La pregunta que los directivos se hicieron en ese momento fue: “¿Realmente necesitábamos tanta eficiencia energética? ¿Es correcto plantearse siempre un incremento de la eficiencia energética?”.

Muchas organizaciones llegan a estos momentos de confusión, y lamentablemente terminan abandonando las políticas de promoción de la eficiencia energética, o protección del medio ambiente o las de promoción de la innovación, porque a menudo se entiende (erróneamente) que la eficiencia energética, la protección del medio ambiente y la innovación son indicadores de éxito organizacional. En realidad estos valores son sólo herramientas que si bien nunca deben dejar de considerarse, no pueden remplazar a los indicadores de éxito de una organización.

La organización debe empezar planteando sus propios indicadores de éxito (ampliación de mercado, incremento de utilidad, incremento de prestigio, incremento de conocimiento, generación de beneficios, incremento de productividad, entre otros). Los indicadores de eficiencia energética, medio ambiente e innovación deben definirse después de definir los indicadores de éxito de la organización, por lo tanto no pueden existir independientemente de la visión de la organización. Esta es la base para tener políticas exitosas para estos tres ejemplos. Por lo tanto, el mejor valor de eficiencia energética para una organización será aquel que, habiendo respetado las condiciones provenientes de los márgenes de variación de los indicadores de éxito, permite valores de protección del medio ambiente e innovación superiores a los aceptables. Igualmente para cualquiera de los demás parámetros. Por ejemplo el mejor valor del indicador de innovación será aquel que, respetando las condiciones provenientes de los indicadores de éxito, permite valores de eficiencia energética y protección del medio ambiente por encima de los aceptables.

El asignar a los indicadores de eficiencia energética, protección del medio ambiente e innovación el lugar adecuado hace que su aplicación sea la optima para la organización, pero lo que es más importante, que estos tres factores claves del desarrollo se integren a la vida de la organización y no terminen relegados por confundirlos con indicadores de éxito o por no saber cómo aplicarlos.

 







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