El investigador es reconocido por su trabajo en nutrición materno-infantil y seguridad alimentaria.
San José, 11 de febrero, 2019 (IICA). El científico británico ganador del Premio Mundial de la Alimentación 2018, Laurence Haddad, visitó la sede central del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), en Costa Rica, donde realizó un análisis de los retos comerciales, políticos y culturales para nutrir al planeta de manera sustentable.
El laureado científico abordó las tendencias y desafíos emergentes en alimentación sostenible junto a más de 150 especialistas del sector público y privado, ante los que profundizó sobre temas como la nutrición, el comercio de alimentos, riesgos sanitarios, instrumentos legales e iniciativas plurinacionales para fortalecer al agro.
“Tenemos un problema ambiental masivo porque lo que comemos tiene un peso en lo que producimos y eso tiene un impacto global en el medio ambiente”, indicó Haddad, colocando el énfasis en las huellas de carbono, nitrógeno, agua, gases de efecto invernadero y tierras de cultivo.
Durante su participación en la II Conferencia Global del Programa Sistemas Alimentarios Sostenibles, Haddad indicó que, “actualmente en el mundo 821 millones de personas padecen de hambre, mientras que 1.9 billones sufren de sobrepeso y obesidad”, situaciones que reflejan la disparidad en el consumo y acceso a los alimentos.
“El consumo inadecuado de alimentos es un común denominador en todas las formas de mal nutrición, generando anemias, sobrepeso, presión alta, diabetes tipo 2 y desperdicio de alimentos”, agregó Haddad.
De acuerdo con el experto, entre los principales factores que dificultan una nutrición sustentable en materia comercial se encuentra el acceso de las personas a los alimentos nutritivos. “Existe gran dificultad en llevar alimentos saludables a quienes lo necesitan en el momento justo y en condiciones que cumplan con los estándares sanitarios y fitosanitarios, situación que genera mal nutrición en una de cada tres personas en el mundo”, dijo.
Sumado a este problema, “los alimentos más nutritivos que queremos que se produzcan, que son buenos comercial y nutricionalmente, son demasiado caros, una disyuntiva que pone en peligro la seguridad alimentaria”, añadió el especialista.
En su presentación, recalcó el problema socioeconómico que existe para ofrecer una dieta balanceada a las poblaciones con menor capacidad de pago, donde la ingesta diaria de 5 frutas y 5 vegetales es la ideal para los estándares, pero esto demandaría el 52% de los ingresos totales de un hogar promedio.
Para dar solución a este mal, Laurence Haddad dijo que es necesario apoyarse en el bagaje de la actividad privada, ya que se trata de un sector con sobrada experiencia en crear y satisfacer la demanda de alimentos.
“El negocio es una parte importante del problema, pero el negocio también puede ser una gran parte de la solución. Ofrecer alimentos saludables a las poblaciones con menor poder adquisitivo es un negocio rentable, pero es fundamental proporcionarles incentivos tanto a los productores como a los consumidores para hacer de este mercado una actividad más próspera. La comida saludable debe ser deliciosa y verse atractiva para poder competir con los alimentos nutricionalmente deficientes”, argumentó Haddad.
Según indicó el científico británico, es clave conectar a los productores con los mercados, resaltar la importancia de la nutrición y los resultados en salud, pero, sobre todo dejar de hablar de alimentar al mundo, porque el reto principal es “es alimentar al mundo, darle nutrición y que sea sostenible”.
Haddad concluyó que para esto es fundamental involucrar al sector público, ya que los gobiernos tienen el poder de apalancar este proceso de transformación a través de políticas, incentivos, impuestos, entre otras iniciativas, donde, además, la inocuidad puede ser una plataforma para hacer la transición hacia una dieta más nutritiva.
Premio Mundial de la Alimentación 2018
Laurence Haddad es el Director Ejecutivo de la Alianza Global para la Mejora de la Nutrición (GAIN, por sus siglas en inglés), lanzada en la ONU en 2002 para abordar el sufrimiento humano causado por la desnutrición, con el objetivo de hacer que las elecciones de alimentos más saludables sean más asequibles, más disponibles y más deseables.
El año anterior fue galardonado por la Fundación del Premio Mundial de la Alimentación por su extraordinario liderazgo intelectual y político para llevar la nutrición materno-infantil a la vanguardia de la agenda mundial de seguridad alimentaria, y reducir significativamente el retraso en el crecimiento de la infancia.