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Conversamos con , sobre los diferentes proyectos que viene realizando la empresa minera…

Conversamos con Felipe Injoque Espinoza, Gerente Corporativo de Responsabilidad Social y Medio Ambiente, sobre los diferentes proyectos que viene realizando la empresa minera en su zona de influencia. 
 
¿Cómo enfocan desde Atacocha el tema de la Responsabilidad Social?

El enfoque que tenemos en Atacocha no es muy antiguo, es un tema que sea ha ido construyendo los últimos tres o cuatro años. Se basa, principalmente, en una serie de principios que gobiernan el tema de la Responsabilidad Social externa, como la transparencia, el cumplimiento de los compromisos, con un régimen adecuado en el tema de propiedad con las comunidades. La base fundamental es cómo te conectas con ellos, a través del respeto, que involucra tener el tema de propiedad saneado. Si uno es dueño de una parte de la propiedad no hay problema, pero si no se es dueño, tendrás que tener las servidumbres, los convenios adecuados para poder operar y eso es parte de un proceso de negociación que sigue los procedimientos de la comunidad. El tema de propiedad es angular, sobre el cual construyes y en el camino se tiene que construir con transparencia y cumplimiento, para generar la confianza. En Lima, por ejemplo, la cultura de la impuntualidad y el incumplimiento es común, pero en las comunidades lo que no se cumple te marca, y cuando vas marcando, tus puntos van bajando hasta llegar a un punto en el que se puede generar conflicto. El cumplimiento se torna en algo esencial. La base sobre la que construimos es, partiendo del respeto a la propiedad, las costumbres, la transparencia; una relación balanceada con diferentes factores sociales no solo con la comunidad, porque de hacerlo solo con la comunidad y no con las autoridades de gobierno de alguna manera se desbalancea el asunto y se convierte en que la empresa tiene que darles, y no en que el Estado tiene que darles.

Se tiene que generar un balance: Estado – Comunidad – Empresa. Es importante ponerle las patas a la mesa, para poder tener una plataforma de desarrollo. Esta pasa por las capas iniciales de construcción de procesos, llega a aterrizar en algún momento, una vez que ya está armado, saneado, que la relación está establecida, que tienes presencia en la comunidad y que participas con ellos en diferentes acciones, se entra al desarrollo sostenible. Para nosotros el vehículo de longevidad de cualquier mecanismo  de RS, pasa por generar oportunidades de desarrollo para ellos, que sean autosostenibles. Ahí, Atacocha ha desarrollado una estrategia creando una empresa aparte llamada El Quinual, cuyos objetivos están resumidos en el lema que es “Negocios Sociales Sostenibles”. Su función es construir, alrededor de los proyectos u operaciones de las unidades de negocio principales, esta plataforma de conversación, de confianza, de ir armando los acuerdos, los respetos y en algún momento llegamos a lo que podemos hacer juntos.

¿Cómo se desarrolla este proceso?

Normalmente hacemos una etapa de diagnóstico inicial. Mandamos un equipo de profesionales agrónomos, forestales, que van al campo e identifican las potencialidades en cada uno de los espacios. Recorremos nuestros ámbitos de influencia, desde los más cercanos a los más lejanos. Vemos que se puede hacer en cada sitio, desde el punto de vista agronómico, pecuario y empezamos a identificar oportunidades en las debilidades. Y digo eso, porque justamente es en las debilidades donde vas a encontrar la mayor oportunidad para desarrollar tu negocio. Te doy un ejemplo: las debilidades principales de todos los negocios agrícolas en la sierra son la cadena de intermediación.

Si tú las rompes y trabajas con ellos en el negocio, estandarizas los procesos, mejoras las tecnologías y obtienes un buen producto, al no tener que depender de las cadenas de comercio, tú mismo logras llegar al mercado con una diferencia sustancial de precios. Esa diferencia sustancial, permite pagar el desarrollo tecnológico y generar una utilidad que repartir con ellos. Entonces, adicionalmente a que te permite pagar los costos del proceso de desarrollo del proyecto, se entra en una lógica donde todos los costos tienen que ser reconocidos y pagados. Si tienes un convenio que implica un pago de alquiler por la tierra, pagas el alquiler. Si implica la contratación de jornales, abrimos una planilla agrícola y comenzamos a contratar la gente con planilla agrí-cola. Finalmente, de la utilidad, una vez que vendemos a buen precio, nosotros estudiamos el tema, no nos lanzamos si no vemos que realmente es un proyecto que nos va a dar oportunidades y rentabilidades. Buscamos una tasa interna de retorno mínima y con eso generamos el negocio. La injerencia está en que nosotros no maximizamos utilidades para nosotros, las maximizamos para generar oportunidades para ellos. Para que después del primer año, ellos puedan empezar a ver el negocio como una posibilidad que podrán desarrollar y nosotros podamos ir, en un lapso de tiempo, saliéndonos de la parte productiva y acompañarlos sólo en la parte comercial, para lograr que ellos sigan operando hasta que puedan ser independientes.

¿Qué proyectos están manejando?

En este momento estamos abocados a dos proyectos principales. El primer proyecto es el cultivo de páprika en medio de la comunidad campesina de Chuquillanqui en el norte, en el valle del río Chicama (La Libertad). Este es un proyecto que se está haciendo con trabajadores de la comunidad, en un terreno con convenio con la comunidad y que al final del proyecto va a pagar todos los costos, parte de inversión en cinco años y el resto se va a repartir entre la comunidad. El segundo es un proyecto forestal en la zona de Sayapullo. Son terrenos de la empresa y en este proyecto no tenemos comunidad sino informales.

Es una situación social diferente, hay mucho minero informal, algunos caseríos sueltos y actividad muy definida. Hemos encontrado que el negocio forestal permite generar mano de obra y ocupa a la gente en una época en que la mina no puede ocuparla. Lo estamos utilizando como una forma de desarrollar un proyecto que genere, a la vuelta de ocho años, un producto que se va al mercado que es pulpa para papel. En la zona del ámbito de influencia de Sinaycocha, que es una mina que tiene Concepción, estamos haciendo en la parte alta, pastos mejorados para el ganado de ellos y en la parte baja estamos estimulando cadenas comerciales con los agricultores para comercializar Aguaymanto. Nosotros estamos estimulando la siembra, haciendo asistencia técnica y comprando.

Tenemos otros estudios que estamos haciendo en diferentes zonas. Y tenemos un interesante proyecto de alpaca que estamos haciendo en los alrededores de Cerro de Pasco. Acá estamos trabajando con una Cooperativa Agraria de producción que se llama Pucayacu No.4, que tradicionalmente ha mantenido un ato de 300 alpacas que son comunales, los socios de la cooperativa tienen aproximadamente 1,200 y en total hay como 1,500 alpacas.

Ellos esquilan una o dos veces al año, venden, vienen de Michell y se lo llevan, y siempre nos han pedido mejoramiento genético y una serie de cosas. Entonces decidimos entrar con ellos, aportando un grupo de alpacas mejoradas. Ellos van a manejar nuestras alpacas, nosotros vamos a darles servicio veterinario, asistencia técnica, y para dinamizamos la cadena, hemos decidido entrar en el negocio de la esquila.

Este año hemos empezado a comprar alpaca, de lo que normalmente llegaba Michell y compraba todo, ahora estamos compitiendo con Michell y pagamos más. Toda la demanda que estamos generando, y de alguna manera captando, genera un mejor precio en la zona que los beneficia y segundo, en esta primera ocasión toda la lana que acopiemos, la vamos a transformar acá en Lima y la vamos a vender. La diferencia que generemos de utilidad, la vamos a invertir en un proyecto de capacitar para generar capacidades en la zona.

¿Qué proyectos tienen para este año?

Este año es de consolidación. En la parte social, el compromiso fundamental está en esta campaña forestal que venimos haciendo en el norte, que son 200 hectáreas que estamos plantando. El fortalecimiento de todos los proyectos agropecuarios que ya tenemos en la zona, como son los de Aguaymanto especialmente. Vamos a desarrollar nuevas cosas, en la medida que se vayan aterrizando las autorizaciones a nivel de directorio. Por ejemplo, en Atacocha tenemos todo un paquete que estamos presentando al directorio eso va a implicar por lo menos unas 15 a 20 hectáreas de cultivo de alcachofa, van a haber proyectos de cuyes, de truchas, lo cual estamos estudiando. Interbank tiene tiendas, entonces podemos lograr colocación de producto. Las metas de este año son consolidar, afirmar lo que estamos haciendo y lograr un resultado tangible.







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