Las heces humanas podrían cubrir gran parte de la demanda actual de fertilizantes si es que se aprovecha en su totalidad, señala el estudio “Saneamiento, gestión de aguas residuales y sostenibilidad: De la eliminación de residuos a la recuperación de recursos”.
La investigación, elaborada por el Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo (SEI) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), menciona también que el 50% de los residuos fecales de la población mundial son eliminados sin ser tratados.
Es por ello que indican que la transformación de este porcentaje en 50 millones de toneladas de nutrientes puede satisfacer cerca del 25 % de la demanda mundial de fertilizantes. Los beneficios están a la vista y es un potencial que se debe aprovechar.
Además, la publicación hace énfasis en el aprovechamiento de las aguas residuales, que pueden servir como agua potable con un correcto tratamiento, así como generar más empleo y modelos de negocios.
«Tenemos que reevaluar nuestra visión de las aguas residuales y los excrementos humanos. El enfoque actual de la eliminación supone la pérdida de oportunidades en forma de nutrientes y materia orgánica que se desechan», sostiene Kim Andersson, especialista principal del Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo.
Saneamiento para todos
Para todos los objetivos es clave contar con un buen sistema de saneamiento. Sin embargo, las estadísticas mostradas por el estudio dejan claro el largo tramo por recorrer. Y es que se calcula que 670 millones de personas aún defecan al aire libre, de un total de 2,000 millones que carecen de saneamiento básico en el mundo.
No solo ello. Hay una afectación en otros ámbitos como el educativo, ya que aproximadamente 700 millones de niños estudian en escuelas que no tienen instalaciones de saneamiento.
Las oportunidades son diversas si hubiera un enfoque de economía circular en estos recursos. Pasando por la protección del medio ambiente, la salud humana, entre otros aspectos, el libro resalta la contribución factible y real hacia el cumplimiento de toda la Agenda 2030.
“Existe un gran potencial de eficiencia y recuperación de recursos vinculado a los flujos de residuos de saneamiento. La mayoría de las iniciativas de economía circular no aprovechan este componente en la actualidad», manifiesta Birguy Lamizana, oficial de gestión de programas a cargo de las aguas residuales en el PNUMA.
Avances importantes se han dado en las últimas décadas. Destaca que en 1990 la mitad de la población mundial no poseía un saneamiento básico y se logró que para el 2017 esta cifra se redujera al 26%.
Es en esa línea que esta investigación llama a seguir realizando los esfuerzos necesarios para que más personas accedan a un servicio adecuado, a la par que se maximiza el trabajo para obtener beneficios de la reutilización de las aguas residuales y residuos fecales.