Durante estos casi tres años en que Stakeholders viene promoviendo políticas de responsabilidad social en el país, hemos sido espectadores de un cambio en la manera de pensar este tema: hemos pasado de una etapa filantrópica a la elaboración o planeamiento de grandes proyectos de desarrollo sostenible de parte de muchas empresas…
Durante estos casi tres años en que Stakeholders viene promoviendo políticas de responsabilidad social en el país, hemos sido espectadores de un cambio en la manera de pensar este tema: hemos pasado de una etapa filantrópica a la elaboración o planeamiento de grandes proyectos de desarrollo sostenible de parte de muchas empresas de los diversos rubros, ONGs y universidades, donde cada vez son más los egresados que buscan desarrollar estos temas de manera particular o aplicándolos en alguna compañía.
Sin embargo, creemos que una educación con sentido solidario puede construirse en casa con los padres y ser complementada en los colegios. Es por eso que, en este número, estamos inaugurando una nueva sección en donde recogeremos importantes testimonios de jóvenes que han realizado y participado de interesantes proyectos a lo largo de este año, y que a pesar de ser exigidos dentro de su curricula educativa, han asumido su participación en estas iniciativas como algo propio de su manera de ser.
Otros colegios también podrían sumarse a estas campañas así no tengan recursos económicos para desarrollar una determinada iniciativa, ya que es sólo es cuestión de creatividad. A manera de ejemplo podemos mencionar campañas sobre la importancia del reciclaje, de la no contaminación del medio ambiente y su influencia en la temperatura del planeta, la enseñanza y la importancia del cultivo de plantas, el uso eficiente de los recursos como el agua y la electricidad, la conservación de la fauna, la ayuda y el respeto al prójimo y el sentido de la solidaridad, entre otros aspectos.
En casa además, los padres tendrían la obligación de influir en un aspecto muy cuestionado hoy en día como es la ética, con ejemplos y actitudes. No sería posible realizar acciones de responsabilidad social si es que el joven aprende desde temprana edad que, para alcanzar sus objetivos, es normal pisotear o vulnerar los derechos de otras personas; tampoco sería posible si es que la mentira y el engaño se constituyen en un aspecto normal dentro de la crianza.
Cómo podemos exigir sentido solidario si los padres enseñan a sus hijos a no jugar con otros niños por su condición social, por sus limitaciones físicas o por aspectos raciales y esto se refleja en está sociedad que siendo multicultural, sufre de un racismo y rechazo muy marcados.
Todos estos aspectos influyen en el comportamiento futuro del ser humano, tanto en su vida profesional como personal; y que en muchos casos llegan a corromper su personalidad. La corrupción ha sido y es un mal endémico que ha padecido nuestra nación a lo largo de su historia, y ejemplos sobran.
Otro aspecto importante a tomar en cuenta es que, tanto centros educativos como padres, deben inculcar el conocimiento de sus derechos a los niños y adolescentes para evitar los abusos físicos, sicológicos y sexuales, lamentables situaciones que padece nuestra sociedad en estos días.
Al respecto, en esta edición, tenemos también una interesante entrevista con la directora de Every Child, un organismo internacional que trabaja y promueve estos derechos en diversas partes del Perú.