Una reciente encuesta de Ipsos Perú para la UPC revela que el electorado llega a las Elecciones 2026 con desconfianza, cautela y una fuerte demanda por propuestas reales. La seguridad ciudadana, la lucha anticorrupción y la estabilidad económica se perfilan como los temas decisivos que definirán el voto.

El estudio muestra que más del 75 % de peruanos expresa emociones negativas hacia la actual oferta política, mientras que la inseguridad, la corrupción y el empleo son las principales preocupaciones rumbo a las Elecciones 2026.
El estudio muestra que más del 75 % de peruanos expresa emociones negativas hacia la actual oferta política, mientras que la inseguridad, la corrupción y el empleo son las principales preocupaciones rumbo a las Elecciones 2026.

Por Stakeholders

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A menos de un año de las Elecciones 2026, una nueva encuesta de Ipsos Perú para la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) revela un electorado marcado por la desconfianza y la incertidumbre. Los resultados muestran que más del 75 % de peruanos asocia a los actuales partidos y candidatos con emociones negativas, mientras crece la percepción de estancamiento sobre el rumbo del país.

En paralelo, los ciudadanos han definido con claridad qué esperan escuchar en la próxima campaña: propuestas concretas sobre seguridad, lucha anticorrupción y reactivación económica. Para los especialistas, estas demandas marcarán el tono del debate y obligarán a los aspirantes presidenciales a abandonar la retórica y responder directamente a las urgencias nacionales.

Elecciones 2026 en Perú: inseguridad, anticorrupción y economía marcarán el pulso del nuevo ciclo político

La encuesta, aplicada a más de 1.000 personas en diversas regiones, confirma que el retorno a la bicameralidad y la elección de un nuevo presidente no han generado mayor entusiasmo. Por el contrario, el 75,9 % de la población eligió palabras de connotación negativa para describir su actitud frente a los actuales candidatos y partidos. “Desconfianza” (24 %), “decepción” (13,2 %) y “confusión” (9,6 %) lideran la lista. En regiones, la sensación es aún más crítica (78,5 %) en comparación con Lima (72,4 %).

El clima emocional hacia las elecciones también se inclina hacia la cautela: un 34,6 % afirma sentirse “con dudas” y un 31,1 % “poco confiado”. Solo un 4,7 % declara estar “muy optimista” respecto al proceso electoral.

En cuanto a la percepción del futuro inmediato, el 48,2 % cree que el país “se mantendrá igual” en 2026, mientras que un 23,8 % teme un retroceso y apenas un 21,4 % espera una mejora.

Cuando se consulta a los ciudadanos sobre sus principales preocupaciones para el próximo año, la respuesta es contundente. La inseguridad ciudadana encabeza la lista con un 41,8 %, seguida por la corrupción y la política (27,4 %) y la economía y el empleo (23 %). La educación (4,8 %) y el medio ambiente (1,9 %) quedan relegados en un contexto donde la urgencia por la seguridad y la estabilidad es dominante.

Para Eduardo Hernando Nieto, director de la carrera de Ciencias Políticas de la UPC, los resultados constituyen una señal clara para los partidos. “Esta fotografía de opinión pública permite entender el punto de partida de la ciudadanía antes del inicio formal de campaña y aporta insumos para leer las demandas que podrían marcar el debate en los próximos meses”, sostiene. Agrega además que “las cifras muestran a un electorado que encara las elecciones de 2026 con prudencia y con la mirada puesta en problemas muy concretos: seguridad, corrupción y empleo”.

El especialista advierte que cualquier candidato que busque conectar con el electorado deberá abandonar la retórica vacía y ofrecer propuestas directas frente a las tres grandes preocupaciones que hoy concentran la atención nacional.

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