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Desde el comienzo de la crisis global, el comercio internacional ha caído un 10%, la inversión extranjera directa se redujo en torno a un 40%…
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Desde el comienzo de la crisis global, el comercio internacional ha caído un 10%, la inversión extranjera directa se redujo en torno a un 40% y las remesas enviadas por los emigrantes a sus países de origen se contrajeron un 10%. Con este panorama, un recorte en los niveles de Ayuda al Desarrollo podría suponer una catástrofe para la vida de millones de personas en los países más pobres. Pero según las estimaciones de la OCDE, en 2010 los países donantes se quedarán unos 21.000 millones de dólares por debajo de la ayuda prometida.
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“En países donde las familias tienen que destinar cerca del 80% de su renta a la alimentación, una disminución en los ingresos supone reducir el número de comidas diarias, sacar a los niños de la escuela para que trabajen en el campo o se incorporen al trabajo en sectores informales, o dejar de tener acceso a la atención médica básica. En los países más desarrollados, las redes de protección social aminoran el impacto de la crisis. En los países en desarrollo estas redes raramente existen”, afirma Irene Milleiro, directora del departamento de campañas y estudios de Intermón Oxfam durante la presentación del informe “La Realidad de la Ayuda 2009”.
El informe resalta que los efectos de la crisis económica se notan en todo el mundo, pero con especial virulencia se están sintiendo en los países en desarrollo, donde la crisis llega con retraso y se suma a las crisis provocadas por el aumento de los precios de los alimentos, el petróleo y las consecuencias del cambio climático. “Es imprescindible blindar la ayuda al desarrollo y poner en marcha nuevas formas de financiación que no supongan una carga para los Estados ni para los ciudadanos. Los mecanismos existen y están siendo debatidos en grandes foros internacionales. Falta que la voluntad política para ponerlos en marcha cuanto antes y sería una decepción que no ocurriera durante la presidencia española de la Unión Europea”, comenta Milleiro. Robin Hood y los paraísos fiscales “Esta crisis debe tener como consecuencia una forma distinta de hacer las cosas. Debería traer consigo una mayor transparencia en las cuentas públicas, en las compañías privadas, mayor control de los paraísos fiscales y del secreto bancario, así como una mayor regulación de los mercados financieros. Sin reformas reales sólo podremos decir que cantidades nunca imaginadas de ahorro público se usaron para mantener a flote al sector financiero, sin tocar los mecanismos perversos que generaron la crisis. Con tan sólo un 1% de los 18 billones invertidos en sostener a la banca y las grandes empresas, se podrían conseguir las metas de erradicación de la pobreza”, afirma Jaime Atienza, responsable de relaciones institucionales de Intermón Oxfam. El informe resalta que una tasa sobre las transacciones financieras (que ha sido bautizadas con el nombre de Robin Hood Tax por una campaña internacional en la que participa Oxfam) de tan sólo un 0,05% podría generar unos 400.000 millones de dólares anuales para hacer frente a los efectos de la crisis tanto a nivel doméstico para luchar contra la pobreza y los efectos del cambio climático en los países más empobrecidos. La lucha contra la evasión fiscal debería ser otra de las prioridades de los gobiernos. Se calcula que cada año los países en desarrollo dejan de ingresar entre 850.000 y un billón de dólares en impuestos evadidos que pasan por paraísos fiscales y por manipulación de los precios y opacidad de los beneficios de las compañías transnacionales (transfer mispricing). “La evasión fiscal, por la que se escapan cientos de miles de millones de las arcas públicas cada año, es una de las prioridades de la presidencia española de la UE. Esperemos que se tomen medidas concretas y rápidas”, afirma Atienza. España entre los donantes España ha realizado un gran esfuerzo en relación a la lucha contra la pobreza. En cinco años la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) casi se duplicó, pasando de 2.428 millones de euros a los casi 4.800 destinados en 2008 (último datos disponibles), lo que supuso un 0,45% del Producto Nacional Bruto (PNB) español. Este porcentaje queda, sin embargo, por debajo del 0,5% del PNB prometido por segundo año consecutivo. En 2008 se situó como el octavo donante internacional en términos relativos y el séptimo en términos absolutos. A pesar de que aún no hay datos cerrados sobre la AOD española de 2009 y 2010, ésta no se recorta pero seguramente estará condicionada por el déficit público español. De hecho la previsión de AOD para el 2010 es de 5.248 millones de euros, cifra similar a la aprobada en 2009, lo que supondría un 0,51% del PNB por lo que no se alcanzaría el 0,56% fijado por el propio gobierno para este año. El elemento más preocupante del presupuesto para 2010 es la aparición de una nueva partida de 555 millones de euros en ayuda reembolsable (es decir que genera deuda). Si esta partida se ejecutara completamente supondría pasar de 258 millones de euros (5 % del total) en 2008 a 877 millones de euros (17% de la ayuda). El componente de crédito de toda nuestra ayuda no debería superar el 5%, en cumplimiento de lo acordado en el Pacto de Estado contra la Pobreza. “El incremento de la ayuda reembolsable en 2010 es preocupante. Este tipo de ayuda no se computa como gastos y no incrementa el déficit público. Sin embargo, puede desvirtuar la ayuda al desarrollo que concede nuestro país, dirigiéndola hacia sectores no prioritarios para el desarrollo. Es importante recordar que la cooperación en sectores como la educación, la sanidad o el agua y saneamiento debe llegar mediante donaciones. Es paradójico que, en el momento en el que se está acometiendo en el Congreso la tan esperada reforma del FAD, la ayuda reembolsable gane tanto terreno en el presupuesto de la ayuda”, afirma Atienza. África Subsahariana es poseedora del 14% de la deuda externa española. Un total de 25 países de esta región deben pagar a España en los próximo años más de 1.160 millones de euros, 16 de los cuales pertenecen al grupo de países empobrecidos y altamente endeudados (HIPC por sus siglas en inglés). A pesar de estas cifras, el 99% de las operaciones de condonación de deuda contabilizadas en 2008 se realizaron a otros países, como Irak y Guatemala. El informe pone el acento en la necesidad de reformas para mejorar la calidad y la eficacia de la ayuda española: “que cada euro de los españoles tenga el mayor impacto posible en mejorar la vida de los más pobres”, añade Milleiro. Las comunidades más solidarias En lo que respecta a la ayuda descentralizada (la que dan las Comunidades Autónomas y entes locales) en 2008 se produjo un incremento del 19% con respecto al ejercicio anterior, incremento ligeramente inferior al conjunto de la cooperación española (21,3%). De esta manera, se ratifica un incremento positivo de la cooperación autonómica, pero las perspectivas para el 2009 y aún más para el 2010 auguran un recorte significativo por parte de las administraciones autonómicas. Según los datos de 2008, la Comunidad Autónoma que más ayuda aportó en términos absolutos es Andalucía, seguida de Comunidad Valenciana y Cataluña. Entre las que han incrementado su aportación, cabe destacar la Comunidad Valenciana, con un aumento del 111,61% respecto a lo dado en 2007, seguida de País Vasco (39%) y Madrid (25,85%). En términos relativos (respecto a lo que la AOD representa en relación a su presupuesto total), un año más Navarra encabeza este ranking (0,48%), seguida de Baleares y Valencia (0,47 y 0,46% respectivamente). En lo referente a la ayuda per cápita, los navarros siguen siendo los más solidarios (dedicando 33,37 euros cada uno), seguidos de los vascos (18.93 euros) y de los castellano manchegos (15,77 euros). Peligra la ayuda A pesar de que en 2008 la ayuda al desarrollo de los países donantes se incrementó, rompiendo la tendencia de los dos últimos años, 2009 y 2010 arrojan sombras sobre el futuro de la cooperación internacional. Según los datos hechos públicos por la OCDE, la previsión de ayuda al desarrollo del conjunto de los países donantes para 2010 se reducirá en unos 21.000 millones de dólares en relación a lo prometido. Al igual que otros años, sólo cinco países alcanzaron o superaron la meta del 0,7% del PNB (Suecia, Noruega, Luxemburgo, Dinamarca y Países Bajos). Entre los que menos ayuda dieron en relación a su riqueza figuran Estados Unidos (0,18%), Japón (0,18%), Italia (0,20%) Grecia (0,20%) y Portugal (0,27%), aunque los dos últimos incrementaron su ayuda en más de un 10%. “Estamos en un año decisivo. El próximo mes de septiembre, las Naciones Unidas organizarán una reunión de alto nivel para evaluar los avances de los Objetivos de Desarrollo del Milenio a tan sólo cinco años de su cumplimiento. Es imprescindible que se pongan todos los medios económicos y políticos para asegurar que estos objetivos se cumplen. La crisis económica no puede ser una excusa para bajar la guardia, sino un acicate para redoblar los esfuerzos y buscar formas alternativas de financiación. Los medios existen. La voluntad política se tiene que demostrar”, concluye Milleiro. Algunos datos sobre los Objetivos del Milenio: • Unos de cada 10 niños en edad escolar no asiste a la escuela. Son 72 millones en el mundo y casi la mitad están en África Subsahariana. Según la UNESCO, tan sólo se necesitan 16.000 millones de dólares adicionales al año para alcanzar el objetivo de enseñanza universal. • En más de 100 países aún hay más niños que niñas en las escuelas. Sin embargo, el objetivo de eliminar la desigualdad de género en la enseñanza tenía previsto cumplirse en 2005. • Unas 535.000 mujeres mueren cada año en el embarazo o el parto por falta de asistencia sanitaria básica gratuita. • Los países ricos movilizaron para el rescate de sus bancos y empresas 300 veces más que lo que destinan anualmente a la ayuda al desarrollo. Fuente: |
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